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Tasas

Los aranceles de EE UU al automóvil ponen en riesgo 400 millones en exportaciones valencianas

La planta de Ford en Almussafes vende allí modelos del Kuga y Transit Connect y la industria auxiliar también envía piezas

Los aranceles de EE UU al automóvil ponen en riesgo 400 millones en exportaciones valencianas

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Trump parece ahora dispuesto a incrementar la presión sobre sus socios comerciales de la Unión Europea si el Ejecutivo comunitario toma represalias contra su plan de establecer aranceles al aluminio y al acero. «Si la Unión Europea quiere aumentar aún más sus ya enormes aranceles y barreras a empresas estadounidenses que hacen negocios allí, simplemente aplicaremos un impuesto a sus autos que entran libremente a Estados Unidos», ha vuelto a escribir Trump en las redes sociales que tanto le gustan al mandatario norteamericano.

En declaraciones a Levante-EMV, fuentes de la dirección de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) sostienen que «el incremento de las políticas proteccionistas por parte del gobierno de Estados Unidos no sería una buena noticia» ya que perjudicará seriamente sus envíos al exterior aunque este mercado no es tan importante como el del Viejo Continente.

Dependencia del exterior

En la actualidad, el arancel que pagan los turismos exportados hacia EE UU es de un 2,5 % y de prosperar este aumento de las tasas a la importación de coches desde Europa estas podrían llegar a un máximo del 10 %, que es lo que fijan los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Desde España se exportaron un total de 36.764 vehículos al país norteamericano en el año 2017 (la mayoría son de Ford), lo que supone un 1,5 % del total de las ventas al exterior. El valor aproximado de la exportación a EE UU de vehículos en el año 2017 se acercó a 600 millones de euros.

Ford es la planta española que más coches vende a la primera economía mundial. En concreto, allí coloca el Kuga, así como la Transit Connect (un modelo que utilizan los taxis de Nueva York). Además, se espera que los motores Maverick 2.0 y el 3.0, los que va a comenzar a desarrollar la planta de motores de Almussafes tras una inversión de 100 millones, se monten en los modelos Lincoln, Edge y Mustang, que se fabrican en Estados Unidos y Canadá.

Según Anfac, «de momento hay que ser cauto y esperar a ver si finalmente el Gobierno de Estados Unidos lleva a delante esta medida esbozada por el presidente Trump de subir los aranceles a los vehículos europeos». Sea como fuere, desde la patronal española se advierte del riesgo para un sector tan dependiente del exterior y con perspectivas de crecimiento en el país estadounidense.

Las represalias comerciales afectaría de lleno a empresas auxiliares del automóvil como Gestamp, que también estudia el impacto que podría tener en su actividad mercantil. La firma de componentes cuenta con plantas de estampación en EE UU, donde emplea acero y aluminio de diversa procedencia para suministrar a factorías del automóvil de aquella nación.

Política proteccionista

En estos últimos dos años el negocio de la automoción ha sido uno de los principales blancos de los ataques de Trump por la producción de vehículos no sólo de Europa, sino también de México. Entonces, el presidente norteamericano amenazó a Ford Motor Company con aranceles aduaneros del 35 % durante la campaña presidencial. De hecho, la relación con el fabricante solo mejoró cuando la compañía anunció la cancelación de una planta de montaje en México, inversión valorada en 1.600 millones de dólares.

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