La conexión 'orange' goza de una salud de hierro. En este pasado 2017 de récord en el aeropuerto de Manises, con más de 6,7 millones de pasajeros, un país como Países Bajos, de 17 millones de habitantes, tuvo un tráfico con València de 464.362 pasajeros. Es el quinto mercado en movimiento de viajeros, solo por detrás, y a poca distancia, de estados que cuadruplican su población, como Alemania, Italia, Reino Unido o Francia.

KLM es una de las claves. Tras años de ausencia, en 2016 volvió a operar con València. La ruta ha ido tan bien que en el 22 de abril, con el arranque la temporada de verano, van a inaugurar su segundo vuelo diario (dos de ida y dos de vuelta) entre la capital y su hub de Ámsterdam Schiphol.

Según explica Boris Darceaux, director general del grupo Air France-KLM para España y Portugal, la mayor particularidad de este incremento de capacidad es que el avión hará noche en Manises, con lo que el primer vuelo saldrá muy temprano, a las cinco de la mañana, y llegará a las siete y media a Ámsterdam.

«Este vuelo permite a los pasajeros de negocios hacer una reunión en el mismo día y volverse, y también las conexiones a toda la red Europea y de largo alcance que tiene la red en Ámsterdam», añade. En global, Air France y KLM van a aumentar un 33% la oferta en València en comparación con el verano pasado.

La firma está prestando especial atención al pasajero de negocios. De hecho, en la visita que han celebrado estos días a la capital han visitado la Cámara de Comercio, donde mantuvieron ayer un encuentro con su presidente, José Vicente Morata.