Tras las manifestaciones feministas que recorrieron el pasado 8 de marzo las calles de la Comunitat, con motivo del Día Internacional de la Mujer, Salvador Navarro reconoce que se «impresionó» y cree que esa movilización «significa que tenemos un problema como sociedad» y por parte de la confederación empresarial «debemos tener un compromiso para tratar de resolverlo». Tal es su intención de tomar medidas para lograr la equiparación de oportunidades entre hombres y mujeres en el ámbito corporativo que Navarro dice: «ojalá a mí me suceda una mujer. Hay que trabajar para que sea así».

Sobre qué medidas prácticas se han llevado a cabo para que eso suceda, el presidente de la CEV señala directamente a los estatutos de la confederación «en los que consta el compromiso de ir incorporando a la mujer y darle visibilidad». Aunque reconoce que es un aspecto que hay que seguir reforzando. De momento parece que la idea de fijar una cuota de presencia femenina en la junta directiva o el comité no se contempla. «Es imposible a fecha de hoy», asegura. «Pedimos a los sectores que rasquen un poco y pongan más mujeres en las directivas», señala.

Las previsiones de Navarro es que se alcanzara un 25 % de presencia en los cargos de responsabilidad y su deseo es que en el comité ejecutivo que se elige el próximo mayo «de las nueve vicepresidencias que puede haber, al menos un tercio sean ocupadas por mujeres».

Combatir la brecha salarial es otro de los problemas en los que el empresariado «tiene que invertir tiempo y esfuerzo». Aunque por el momento no recogerán la propuesta de las plataformas feministas de imponer sanciones a las entidades en las que haya diferencias: «yo no soy partidario de sancionar, ni en esto ni en nada».