La naviera valenciana Baleària logró el año pasado un beneficio neto de 43,5 millones de euros tras incrementar su facturación un 10 % con 362,6 millones de euros de ingresos de explotación, según informó ayer Adolfo Utor, presidente de la compañía. Utor confirmó durante la presentación de los resultados que han roto esta semana el contrato de 175 millones de euros con el astillero Construcciones Navales del Norte (La Naval) para la fabricación de un ferri propulsado por gas natural licuado por el concurso de acreedores que arrastra la compañía vasca. El responsable de Baleària avanzó que estudian abrir nuevas líneas desde España a Francia y el norte de África, aseguró que esperan que el puerto de València saque ya a concurso la nueva terminal de pasajeros para poder optar a ella, y lamentó que la inestabilidad catalana está frenando el proyecto de la de Barcelona.

Utor incidió en que han aumentado un 5,7 % el tráfico de pasajeros (con 3,7 millones de clientes) y un 17 % el de carga (con 878.000 vehículos) debido fundamentalmente a las nuevas rutas como la de Nador y Almería. La compañía ya opera en cinco países (España, Marruecos, Argelia, Estados Unidos y Bahamas) y dispone de 1.537 empleados tras haber aumentado la plantilla un 13 %. Utor precisó que tienen un flota de 25 buques (con cinco barcos en construcción).

El presidente de Baleària, que cuenta con un 57 % de las acciones de la compañía, incidió en que han mejorado beneficios por la reducción de la deuda y precisó que este año han repartido un 10 % de los beneficios en dividendos (4 millones) y el resto lo han dedicado a inversiones.

Con respecto a la compra de Transmediterránea por la naviera canaria Armas, destacó que es un grupo que «nace con un fuerte endeudamiento. A nosotros nos preocupa relativamente porque tenemos una buena situación financiera y estamos acostumbrados a competir. Sabemos que nuestro futuro depende de nosotros mismos». Balèaria todavía no opera en Canarias, que es el espacio natural del grupo Armas.

Utor aseguró que la inestabilidad catalana prácticamente no les ha afectado en su tráfico. El responsable de la compañía apuntó que han notado un descenso del 1 % en los pasajeros que salían de Barcelona, situación que no se ha producido en otros puertos como el de València. Sin embargo, sí están teniendo dificultades con la nueva terminal de Barcelona. «Nosotros tenemos una inversión importante pendiente en Barcelona. No existe problema por nuestra parte sino por la del puerto (debido a la situación política)», aclaró.

Rotura del contrato

El presidente de Baleària añadió que esta semana han resuelto el contrato con La Naval por la inestabilidad de la empresa. «Nos pidieron la prorroga del contrato y hemos colaborado de forma generosa. Teníamos los recursos financieros preparados. La decisión era la crónica de una muerte anunciada». Utor manifestó que ahora se van a replantear qué van a hacer con esa inversión, aunque la compañía no cierra por completo la puerta si La Naval es capaz de superar el concurso.

La naviera tiene previsto invertir entre 15 y 20 millones en la nueva estación marítima de València. El directivo indicó que están a la espera del concurso que tiene que abrir la Autoridad Portuaria de València. «Trabajamos en precario desde 2007 y confiamos en comenzar con el proyecto este año», destacó.

Adolfo Utor subrayó que los proyectos para construir nuevos barcos están pendientes de que logren más rutas. La firma estudia operar una línea entre Gijón y Nantes, y planea nuevas rutas entre la península y el norte de África.