Las 58 oficinas del Servicio Valenciano de Empleo y Formación (Servef) tan sólo consiguieron colocar al 2,4 % de los parados de la autonomía durante 2017; es decir apenas 39.200 residentes en la Comunitat Valenciana, donde la cifra global de desempleados rozó las 400.000 personas. Las oficinas públicas de ocupación, gestionadas por la conselleria de Economía, no parecen ser por tanto la vía más directa para encontrar trabajo en la autonomía ni ahora ni en la última década a la vista de los datos ofrecidos por la submuestra de la Encuesta de Población Activa (EPA), que acaba de publicar el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Tras varios años de disminución del desempleo debido a la recuperación económica, los resultados conseguidos por este servicio público resultan muy pobres y siguen sin registrar mejoras en comparación con tiempos precedentes. Así las cosas, el porcentaje de intermediación ha pasado del 4,1 % en 2007 al citado 2,4 % al concluir 2017. En toda esta seria histórica la capacidad de colocación de mujeres(2,9 % durante el último ejercicio) ha sido superior a la de varones (2 %).
Con todo, el índice registrado en la autonomía gobernada por Ximo Puig es algo superior a la medida de España (2 %) y ha variado poco respecto al año 2016 (2,3 %). En este último decenio se ha visto superada por otros territorios que lideran el ranking del sector nacional: Extremadura (6,7 %), Aragón (4,1 %) y Navarra (2,8 %). El INE, que ofrece datos desde 2006, constata de este modo la escasa colaboración de los servicios públicos de Empleo en las reducción del paro, a cuyas instalaciones acuden desempleados con mayores problemas de inserción: parados de larga duración y con peores cualificaciones.
Contactos personales
Lo que más funciona a la hora de encontrar trabajo son los contactos personales, según los expertos del mercado laboral. Ni siquiera las empresas de trabajo temporal (ETT) tiran del carro del empleo, pues estas firmas privadas arrastran bajos índices de colocación al quedarse en el 4,2 % (4,7 % entre los hombres y un 3,6 %, en el caso de las mujeres). Con los ínfimos niveles de colocación, los parados prefieren recurrir a los contactos personales, a los portales de empleo y agencias privadas de colocación. Sea como fuere estas últimas tienen tasas todavía muy reducidas en comparación con otros países de la UE.
El Servef considera que la tarea es amplia, y más allá de la intermediación está la formación y la orientación; así como la tarea de ajustar esa formación a las necesidades reales de las empresas.
