Hay que acabar con la tiranía de los 65 años. Esta es una de las reflexiones que ha puesto sobre la mesa el economista y asesor de Analistas Financieros Internacional, José Antonio Herce en el XXVII Seminario de Ética Económica y Empresarial de la Fundación Étnor. Herce ha explicado que "las pensiones no pueden afrontar el avance de la longevidad. Para su sostenibilidad hay que acabar con la tiranía de los 65 años, por lo que es necesario flexibilizar la edad de jubilación, porque las personas podemos trabajar hasta los 80 años".

En esta línea, el economista ha señalado que la edad de jubilación no ha cambiado en el último siglo, mientras que la esperanza de vida ha crecido. "Los 65 años de 1900, cuando aparecieron los sistemas de pensiones en Alemania, equivalen a entre 81 y 91 años de hoy, y cada año que pasa vivimos dos meses y medio más. De hecho, a principios de siglo XX solo el 28,6% de la población llegaba a los 65, mientras que hoy en día llega el 90%. Llamar hoy mayor a una persona de 65 años es un error", asegura.

Herce ha ofrecido la ponencia "Jubilación y Sostenibilidad en el siglo XXI" donde ha analizado el régimen español de pensiones públicas y las consecuencias de la creciente longevidad de la población y su impacto sobre otros campos como la sanidad, la dependencia o el empleo.

Durante su intervención, Herce también ha valorado algunos "mitos" sobre las pensiones. Así, se ha mostrado tajante al señalar que el problema de las pensiones no es la natalidad sino la longevidad. El economista también ha asegurado que "no se puede decir que la Seguridad Social nos roba, pues a los 12 años de recibir la pensión ya nos ha devuelto todas las cotizaciones realizadas". También ha asegurado que "el fondo de reserva de las pensiones no tiene ninguna utilidad. Nos creemos que si se acaba la hucha de las pensiones es el fin del mundo, y no. Lo importante es encontrar una solución ante un problema estructural".

Reinvención del modelo

El economista ha puesto en valor las reformas del sistema de 2011 y 2013 que lo han hecho más sostenible y ha pedido profundizar en este sentido. La apuesta de Herce pasa por un modelo de pensiones mixto por etapas en el que se combinen durante la vida laboral las cotizaciones a la Seguridad Social con aportaciones a un sistema de capitalización, que permita al ciudadano recibir rentas temporales de esta capitalización hasta una edad que va más allá de los 65 años y combinarlas con las pensiones vitalicias actuales.

Herce es partidario de un sistema flexible donde "las personas se jubilen cuando quieran pero que ahorren". En este sentido, ha apuntado que la gente tiene que cambiar la visión en el ahorro porque "en España se acumula mayoritariamente en la vivienda cuando es mejor ahorrar en empresas líderes, porque si perdemos el empleo siempre tendremos los dividendos que nos aporten éstas".

Respecto al mercado laboral, el economista asegura que "las nuevas formas de empleo que proliferan son precarias, temporales y mal pagadas", pero es optimista porque "de la mano de las nuevas empresas y la revolución digital pueden venir buenos empleos, pero tenemos que ser capaces de formarnos". En este sentido, ha apuntado que en España "tenemos uno de los mejores sistemas de sanidad del mundo, pero en cambio, el sistema educativo es tan malo que nos tiene subempleados o en paro".