La reorganización de los planes de producción de ArcelorMittal en la planta de chapa gruesa de Gijón, en medio de los planes que negocia la multinacional para comprarla italiana Ilva, también inquietan al conjunto de las factorías de la empresa, incluida la factoría de Sagunt.

La fábrica de ArcelorMittal del Camp de Morvedre se libra del plan de desinversiones anunciadas por la multinacional con cuartel general en Luxemburgo para poder comprar la corporación siderúrgica italiana Ilva. Así lo reconoce ArcelorMittal en su documento remitido a la Comisión Europea y que afecta sobre todo a las plantas de fabricación de acero y en menor medida a las de transformado, como es el caso de factoría del Camp de Morvedre, que emplea a 800 trabajadores.Con todo, según fuentes de la sección sindical de CC OO en el comité intercentros de ArcelorMittal existe "cautela e intranquilidad" entre los empleados.

La dirección de Arcelor-Mittal y los sindicatos negocian a contrarreloj un plan de competitividad para el citado tren de chapa gruesa de Gijón. En juego no sólo está el futuro de un taller que emplea directamente a 373 personas, también lo está el futuro del conglomerado siderúrgico de Asturias como gran fábrica multiproducto. Si el tren de chapa gruesa cierra podría haber consecuencias aguas arriba en el proceso siderúrgico. Sin la demanda de ese taller acabador se reducirían las necesidades de producción en las acerías y con ello podría ponerse en cuestión incluso la viabilidad de uno de los dos altos hornos. Y todo ello, de producirse, se traduciría en recortes de personal en cascada.

La dirección de la compañía y los sindicatos mantienen reuniones esta semana para perfilar el plan de acción que negocian para ganar competitividad. La empresa, que urge cerrar un acuerdo antes de que finalice abril porque el riesgo de cierre es serio, ha planteado una inversión de más de dos millones de euros en automatización de procesos, la reducción de 45 empleos en producción y mantenimiento (amortizaciones de puestos sin salidas "traumáticas") y una reorganización de los puestos de mando. Con ello se pretende elevar la producción hasta las 550.000 toneladas anuales de chapa gruesa (50.000 más que las obtenidas en 2017) con una reducción de costes para elevar la competitividad del taller. Los sindicatos son conscientes de que hay que tomar medidas, pero quieren que el efecto sobre el empleo sea el mínimo posible.

Empresas auxiliares

Por otro lado, también existe tempor en una auxiliar de Arcelor en Sagunt por despidos al cambiar de contrata. La plantilla de Jofemene y Transportes Rojo denuncia que no existe el compromiso de subrogar a los trabajadores y sopesan movilizarse.