? El auditor de Cleop, Luis Caruana, da por buenas las cuentas de la empresa en 2017, a pesar de que establece una salvedad en los documentos. Esta coyuntura se repite desde hace varios años y es relativa a la participación de Cleop en su rival, Urbem, de la que posee el 55,2% del capital, participación que está valorada en más de 100 millones de euros. Cleop y Urbem (de la familia Pastor) están enfrentadas en los tribunales por el control de esta última, con varios pleitos. La participación de Cleop en Urbem está integrada en una sociedad, Mebru, que está en concurso. El auditor detecta que en este contexto no es posible averiguar cómo se resolverá el enfrentamiento entre las partes ni cómo afectará ello a los riesgos de Mebru y de Cleop. El auditor sostiene que la constructora presenta sus cuentas como empresa en funcionamiento, aunque varios aspectos «indican la existencia de una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad del grupo para continuar como empresa en funcionamiento». Se refiere, entre otras cuestiones, a su fondo de maniobra negativo.
