La Comisión Europea (CE) aprobó la adquisición de la empresa italiana Ilva por parte de ArcelorMittal, el mayor grupo acerero del mundo, a condición de que éste venda varias de sus plantas en Europa a compradores que estén dispuestos a continuar con su actividad.

En concreto, el grupo con sede en Luxemburgo ha ofrecido ceder sus plantas de Ostrava (República Checa), Galati (Rumanía), Lieja (Bélgica), Piombino (Italia), Skopje (Macedonia) y Dudelange (Luxemburgo) para responder a las preocupaciones de la Comisión sobre el impacto de la fusión en los mercados de acero al carbono laminados en frío, en caliente y galvanizado.

Además la empresa se ha comprometido a retirar a la italiana Marcegaglia, competidora de Ilva, del consorcio que efectuará la compra y a no adquirir acciones de Marcegaglia en el marco de la operación para evitar que se reduzca la competencia al reforzarse los "lazos estructurales" entre las tres.

"La decisión de hoy garantiza que la adquisición de Ilva por ArcelorMittal, que creará el mayor productor de acero de Europa con diferencia, no tendrá como consecuencia un aumento de los precios del acero", dijo en un comunicado la comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager.

La Comisión cree además que la compra de la planta de Ilva en Taranto -la única planta integrada de producción de acero al carbono laminado en Europa- contribuirá a la descontaminación en esta región, donde Bruselas ha abierto un procedimiento de infracción a Italia por los incumplimientos medioambientales de Ilva.

Para llevar a cabo definitivamente la compra ArcelorMittal debe aplicar los compromisos, para lo que pondrá en marcha un plan de venta de las plantas que debe ceder en una fecha que la CE no ha especificado.

La Comisión evaluará después si los compradores propuestos tienen la capacidad (experiencia, recursos financieros, etc.) para seguir operando estas plantas de forma que puedan reemplazar a Ilva como competidor del grupo resultante de la fusión "de forma duradera".

"La venta de una planta a un comprador que planee cerrarla después no sería una solución aceptable", precisó el Ejecutivo comunitario, que considera que las plantas a ceder son "negocios viables".

La decisión es resultado de una investigación en profundidad iniciada el 8 de noviembre de 2017 por la Comisión, que determinó que la fusión tal como estaba anunciada habría provocado un aumento de los precios en los productos de acero al carbono laminados.

La entidad resultante habría controlado más del 40 % de la capacidad de producción de estos productos en el Área Económica Europea, una presencia mucho mayor que la de rivales como Tata Steel, Thyssenkrupp y Voestalpine que no habrían podido seguir compitiendo, según explicó la Comisión en un comunicado.

Las importaciones de terceros países tampoco habrían podido paliar el efecto negativo.

Para subsanar estas inquietudes ArcelorMittal presentó un primer paquete de compromisos un mes después de notificar la operación, que fue considerado insuficiente, y un segundo paquete el 13 de abril de este año que ha sido aceptado.

La oferta de compra presentada por la siderúrgica en marzo de 2017 prevé, entre otros aspectos, un precio de adquisición de 1.800 millones de euros (unos 2.024 millones de dólares) e inversiones de cerca de 2.400 millones de euros (unos 2.699 millones de dólares) en tecnología y medio ambiente.

El grupo Ilva es uno de los actores más relevantes del sector de la siderurgia en Italia, con 5,8 millones de toneladas de acero producidas en 2016 y cerca de 14.000 empleados.

ArcelorMittal nació de la fusión de Arcelor y Mittal Steel en 2006 y es el principal productor siderúrgico y minero a escala mundial, con presencia en 60 países, 210.000 empleados y una capacidad de producción anual de 114 millones de toneladas de acero líquido.