Los bancos no levantan cabeza en Bolsa y se han convertido en el principal factor de castigo al indicador básico del parqué español, el Ibex, que el martes experimentó un desplome del 2,5 % propiciado fundamentalmente por los abultados descensos de las seis entidades financieras cotizadas. Si excep-tuamos Bankinter, que solo cayó el 1,32 %, todos los grandes bancos se movieron en una horquilla de entre el 4,17 % del BBVA y el 6,82 % del Sabadell. Siempre en negativo.

No es nada nuevo. Los bancos son algunos de los valores más penalizados en el último año en la Bolsa española. De hecho, si tomamos la referencia del 30 de mayo de 2017, el Ibex cerró ese día en los 10.876 puntos. Justo un año más tarde había bajado a los 9.566, es decir, un 12,1 % menos. Las entidades financieras cotizadas descendieron en su cotización también dos dígitos, a excepción de Bankinter, que es el único que ha mejorado en el último año, aunque sea un exiguo 1,34 %.

Solo CaixaBank, que lo hizo un 11,25 %, se situó por debajo del descenso del Ibex. Los otros cuatro bancos, incluidos los dos mayores del país, cayeron en un porcentaje muy cercano al 20 %. La disminución más abultada correspondió al otro banco, junto a CaixaBank, cuya sede social se encuentra en València. Se trata de Bankia, que se ha dejado en el último año un 19,34 % de su valor. Ayer cerró a 3,304 euros, lejos de los 4,07 del 12 de diciembre de 2017, cuando el Estado vendió una participación del 7 % en la entidad. A continuación figura el Santander, con un 19,15 %. Le siguió el Sabadell, cuyo domicilio se encuentra en Alicante desde el pasado octubre, que redujo su capitalización bursátil en un 18,76 %. Por último, el BBVA recortó su valor en un 18,42 %.

Ayer, las entidades financieras contribuyeron a que el Ibex cerrara en positivo, si bien no logró recuperar ni una quinta parte de lo que se había dejado en la sesión anterior. Subió un 0,47 % y se quedó, como ha quedado dicho, en los 9.566 puntos. Mucho mejor le ha ido a la bolsa de Milán, de donde procede el otro gran foco de incertidumbre política en estos momentos. El mercado italiano, que el martes cayó un 2,65 %, se recuperó ayer un 2,09 %.

En ambos países, la prima de riesgo -o sea, el diferencial que pagan de más respecto al bono alemán- se relajó respecto a las subidas experimentadas en la jornada precedente. La española cayó a los 116 puntos básicos desde los 136 de la sesión anterior. Por su parte, la italiana descendía hasta los 253 puntos, tras superar el martes los 300.