Hay muchas maneras de aprovechar y dar uso a la ingente cantidad de datos que genera la Industria 4.0. Una de ellas es aplicar las diferentes tecnologías 3D a la Scada (Supervisión, Control y Adquisición de Datos). Así, «dar vida» al Big Data puede permitir su aprovechamiento en ámbitos como la simulación, el adiestramiento o el marketing.

Más allá de los videojuegos y del ocio, el mundo de la realidad virtual y el 3D tiene cada vez más aplicaciones en el sector empresarial. Por ejemplo, la realidad virtual se puede usar en la formación de tropas o personal del sector naval. Así lo explicó Juan Luis Muñoz, de la División de Nuevos Productos de Navantia, en la cuarta sesión de Campus Executive. «Desde hace un par de años aplicamos la tecnología al mundo del adiestramiento. Los buques militares son muy complejos y el objetivo es que las dotaciones lleguen enseñadas al buque. Los sistemas tradicionales te obligaban a tener una escuela con salas dedicadas a barcos diferentes y ahora con técnicas de virtualización conseguimos representar distintos escenarios en un aula única», explica. De esta manera, «se necesitan menos costes y espacios físicos, y se consigue una imitación de las interfaces del barco real a escala 1:1 e integrar en una aula la formación de distintos perfiles», puntualiza.

Pero no solo eso, en Navantia también utilizan desde hace años la tecnología 3D con las Scada y el sistema de control de buques militares. «Usamos el 3D en cuestiones de seguridad interior e incidencias (impactos, incendios, inundaciones...) para tenerlo todo bajo control, ya que se tienen en cuenta la ubicación de los compartimentos y todos los equipos que hay dentro», apunta Muñoz.

Iván Cuevas, director de Desarrollos 3D de Arisnova, explica que la Scada permite controlar y supervisar un sistema y operar con él de una manera remota y centralizada. Como en el ejemplo anterior, «el 3D revoluciona la tecnología Scada y la convierte en algo más, haciendo que la información se convierta en algo fácilmente interpretable».

Directo a la mente

Otro campo en el que se puede sacar provecho de la realidad virtual y la realidad augmentada es el del marketing. Por ejemplo, en el sector textil las clientas y los clientes pueden ver cómo les sienta una prenda sin necesidad de probársela.

José Luis Montesinos, community manager y asistente de marketing y comunicación en Innoarea Projects, asegura que «con un showroom virtual, con unas gafas y desde donde sea nos podemos probar unas zapatillas o unas camisas y saber si nos quedan bien. Es increíble porque acercas el producto al cliente y le ahorramos recorrido, lo que es muchísimo mejor; además, acabamos con las barreras físicas».

Para él, la realidad virtual y la aumentada son «armas de construcción masiva que eliminan la limitación del mundo real y permiten establecer un enlace cerebral con el mensaje y ´vitaminar´ las acciones de marketing». «Nos puede traer ingresos, ventas, una mayor comunicación...», advierte Montesinos, quien recuerda que «al principio muchos colectivos ven la realidad virtual y la augmentada como algo de película de ciencia ficción, pero es real y son potentes herramientas para la industria».

Álex Colombini, CTO de Innoarea, detalla que en la realidad virtual el usuario se traslada y se rodea de un mundo virtual y en la augmentada el usuario permanece y se crean objetos virtuales que aparecen en el mundo físico o, al menos, generan esa sensación.

Posibles soluciones

Con todo esto, los alumnos de Campus Executive -producido por Levante-EMV, con el patrocinio de BBVA y con la colaboración del Colegio de Ingenieros Industriales de la C. Valenciana y de Redit Institutos Tecnológicos-, suman una sesión más a su formación. Enrique Vivó, doctor ingeniero industrial y director de producción de la UTE Los Hornillos, considera que el campus es «muy interesante» porque es «muy concentrado, ofrece muchos datos y mucha información, pero da una buena visón global de lo que es la industria 4.0». Asegura que en el sector del tratamiento de residuos podrán asimilar muchas de las ideas que ya se han expuesto en las jornadas.

Por su parte, Jorge Gramage, gerente de Arisnova que estuvo presente como alumno en la sesión del viernes, asegura que el curso «aporta muchas ideas y lo más importante es que ofrece posibles soluciones a las inquietudes que genera la tecnología».