La lucha de la administración tributaria contra la economía sumergida en los alquileres turísticos ni es nueva ni utiliza un solo canal. El Ministerio de Hacienda acaba de hacer público el formulario con el que a partir del próximo enero va a obligar a las plataformas como Airbnb a informar del nombre, dirección de la vivienda, número de días e ingresos de los propietarios de los pisos.

Es la última fase de su estrategia para aflorar ingresos no declarados y combatir el fraude fiscal en este ámbito. Y se dirige directamente a las plataformas digitales que intermedian en el alquiler de viviendas particulares para uso turístico.

Pero no es la única vía. Los avisos por carta que en los últimos años ha enviado la Agencia Tributaria a particulares han permitido aflorar en la Comunitat Valenciana un 44% más de ingresos en rendimientos de capital inmobiliario de esos contribuyentes. Se trata de una iniciativa puesta en marcha en las dos últimas campañas de la declaración del IRPF (y en la que está ahora mismo en marcha).

Como resultado, las personas advertidas han incrementado un 44% sus ingresos declarados respecto a su última declaración antes de ser advertidos por Hacienda. En el caso autonómico, el aumento es mayor que en el conjunto del país. En España el crecimiento es del 40%, fruto de136.600 avisos que han aflorado 522 millones, 150 más que en la última campaña sin avisos, según los últimos datos disponibles.

El control de alquileres, según apuntan fuentes de la Agencia Tributaria, se ha ido sofisticando en los últimos años. Inicialmente, se realizaba el control y búsqueda de alquileres opacos través de visitas presenciales y del cruce de datos de información declarada por el contribuyente con la declarada por terceros en relación con ese contribuyente.

Posteriormente, comenzó a cruzarse la información declarada con datos como el recibo de la luz de una propiedad o la información de las finanzas de los alquileres. Desde hace poco, internet es el eje de la estrategia: al mismo tiempo que creaba un nuevo mercado de comercialización de vivienda turística, se convertía en una herramienta para controlar esa misma actividad.

En este sentido, la Agencia Tributaria ha diseñado herramientas informáticas para ordenar y sistematizar la información disponible en la red. Fruto de esto, Hacienda está realizando comprobaciones sobre alquileres ofertados por internet, lo que complementa con los avisos en datos fiscales que se están remitido a los contribuyentes considerados presuntos arrendadores.

Concretamente, el departamento todavía dirigido por Cristóbal Montoro avisa a los particulares durante la campaña de la renta de que tiene conocimiento de que, durante el ejercicio anterior, pudo haber tenido ingresos por alquileres. Una estrategia que, según entiende la Agencia Tributaria, induce la declaración.

Por su parte, la inspección presencial continúa. Con la expansión del modelo Airbnb, el plan de visitas estival comienza a preparase a principios de año. Personal de la AEAT rastrea tanto estas páginas especializadas en alquiler vacacional como empresas inmobiliarias. De hecho, se realizan visitas presenciales a inmobiliarias. Los informáticos de Hacienda captan información de inmuebles, titulares, inquilinos y medio de pago, para contrastarlo con los datos fiscales declarados por los propietarios.