La cooperativa Consum se ha convertido en empresa pionera dentro del sector de la distribución en acceder a los préstamos verdes del BBVA para financiar proyectos sostenibles en materia de medio ambiente. Para que un préstamo sea considerado verde, es necesario que su fin sea «promover la sostenibilidad medioambiental, pero además tiene que estar calificado como tal por un organismo externo, en este caso por la asesoría KPMG conforme a los Green Loan Principles publicados por International Loan Market Association este mismo año», según informó ayer la compañía en un comunicado.

Los préstamos verdes -o green loans- se rigen por los mismos principios que los bonos verdes, los green bond principles, que promueven la integridad de este mercado y recogen las directrices establecidas para sus productos, por ejemplo con qué categorías puede estar relacionado el uso de sus fondos o cómo se ha de evaluar su impacto medioambiental. El importe total de este préstamo está destinado a financiar proyectos sostenibles como la apertura de nuevos supermercados dotándolos de medidas de eficiencia energética; la implantación en supermercados ya existentes de centrales y mobiliario frigorífico con refrigerantes menos contaminantes y la sustitución de frigoríficos por nuevo equipamiento de mayor eficiencia energética.