Los proyectos de coinversión son uno de los productos «diferenciadores» de la cartera de la Banca March, ya de por sí una entidad financiera peculiar en el panorama español, sobre todo si tenemos en cuenta que rechaza los depósitos y es poco proclive a créditos de elevada cuantía pese a que el común de su clientela son los grandes patrimonios y empresarios, a los que asesora en sus políticas de inversión.