Trasmediterránea ya es una compañía del grupo Naviera Armas. Responsables de la compañía canaria y de Acciona han firmado esta semana en Madrid el acuerdo de compraventa del 92,71 9% de las acciones de la antigua naviera pública, títulos que hasta ahora se encontraban en manos de la empresa madrileña de gestión de infraestructuras.

La rúbrica del acuerdo tiene lugar tan solo dos semanas después de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) aprobara con compromisos la operación. En concreto, el regulador subrayaba la obligación de reorganizar varias de las rutas en los que estaban presentes tanto Armas como Trasmediterránea para de ese modo evitar posibles situaciones de dominio de mercado.

La CNMC señaló específicamente tres mercados en los que la operación de compra planteaba riesgos para la competencia: el que conecta el Archipiélago con la Península, el de enlace entre el litoral andaluz y la ciudad autónoma de Melilla, en la costa norteafricana, y el interinsular canario. En el primero de ellos la adquisición de Trasmediterránea suponía la creación de un monopolio, ya que es junto a Armas la única naviera que opera estas rutas.

Examen de competencia

En el segundo mercado, el del Estrecho, la operación planteaba problemas para la competencia al desaparecer del escenario un competidor relevante. Por último, el caso de trayectos interiores canarios era corolario de la situación de monopolio que se creaba en las líneas con la Península, ya que estas rutas son circulares y realizan escalas en varias islas.

La solución a estas trabas a la competencia llegó de la mano de la naviera de origen alemán FRS, que se hará cargo tanto de la ruta entre Motril y Melilla como de la circular que conecta Huelva con Canarias. Para ello ha suscrito un acuerdo de fletamento por un plazo de tres años que incluye la cesión en el uso de amarres, el sistema de expedición de billetes, la abstención de uso de marca y la comunicación a clientes y que faculta a la CNMC a supervisar y autorizar cualquier modificación de estas condiciones.

El regulador, que dio entrada a la notificación el 5 de febrero, analizó a conciencia el expediente de la operación durante más de tres meses. Durante ese tiempo Armas y la naviera que la sustituirá en varias rutas ya mostraron señales de su buen entendimiento al firmar un contrato de fletamento por el que el veterano buque Al Andalus Express, que forma parte de la flota de FRS, se encarga de cubrir la ruta entre Fuerteventura y Gran Canaria desde la pasada Semana Santa.

La operación de compra, anunciada el pasado mes de octubre, se realiza a través de la venta a una sociedad del grupo Naviera Armas de los títulos en manos de Acciona por 260,4 millones de euros, además de la asunción de la deuda de más de 127 millones de euros que Trasmediterránea mantenía con otras sociedades pertenecientes al grupo Acciona y un variable de hasta 16 millones en función del resultado antes de impuestos y amortizaciones (Ebitda) del grupo resultante.

El acuerdo entre Armas y Acciona ya es palpable en el área corporativa. En concreto, el boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) publicó el pasado 1 de junio una reorganización del consejo de Trasmediterránea con el que se formalizaba el nombramiento como consejeros suplentes de Antonio Armas Fernández y de Antonio Pablo Armas Mead, así como de la sociedad anónima Armas Cruceros. Hasta este jueves, sin embargo, el Borme no incluía cambios en la Presidencia de la entidad.

La compra también tiene visibilidad en el plano operativo. Trasmediterránea anunció este martes la incorporación del Volcán de Tinamar, uno de los buques de más reciente factura de la naviera canaria, a su ruta entre Barcelona y Menorca. La llegada del buque de Armas, que tiene lugar este mismo viernes, permitirá duplicar la capacidad de pasajeros y vehículos entre la capital catalana y la isla balear y sirve para mandar un mensaje de consolidación de la línea frente a la principal competencia de la compañía canaria en el mercado nacional, la de la naviera Baleària.