Logifruit, grupo especializado en el alquiler de envases reutilizables, cerró el 2017 con un incremento de las ventas respecto al año anterior del 14%, lo que supuso unas ventas de más de 112 millones de euros gracias a un modelo de crecimiento sostenible y compartido con todos los componentes de la empresa.

La cultura de participación de todos los componentes de la empresa (Cliente, Trabajador, Proveedor, Sociedad y Capital), sobre la que Logifruit toma todas sus decisiones estratégicas, está unida a los procesos de reutilización y economía circular. Logifruit consiguió el máximo valor y uso de todos los envases de los que dispone, con el fin de obtener un equilibrio perfecto entre la eficiencia económica, la social y la medioambiental.

La compañía, con sede en València, creció de nuevo en 2017 gracias al Modelo de Calidad Total, que satisface con la misma intensidad a los cinco componentes de la empresa. En la actualidad, Logifruit cuenta con 843 clientes repartidos por todas las provincias de España y 37 más en otros 9 países.

Logifruit, en colaboración con Mercadona, realizó inversiones en el 2017 por valor de 42 millones de euros, un 18 por ciento más que el año anterior, muchas de ellas realizadas en estrecha colaboración con los proveedores y clientes. Las inversiones del 2017 se centraron en la compra de maquinaria para la automatización de los procesos. La automatización de los procesos permitió la reducción del esfuerzo físico de todos los trabajadores de Logifruit. Una de las principales inversiones del 2017, de más de 6 millones de euros, fue la apertura de la plataforma de Vitoria, que se ha convertido en una de las más automatizadas de la red que posee la compañía estratégicamente distribuida por España para estar lo más cerca posible de los clientes.

Creación de empleo

La empresa valenciana generó empleo en el 2017. En concreto, Logifruit incorporó a 175 personas a la plantilla, que ya suma 995 trabajadores distribuidos en las diferentes plataformas y oficinas centrales en Valencia.

Logifruit volvió a experimentar un crecimiento continuo y sostenible apoyado en su estrategia de Responsabilidad Social. La empresa ha apostado siempre desde su apertura en 1996 por una gestión basada en la reutilización y la economía circular, que extrae el máximo valor y uso de todos los envases que posee con un claro retorno económico, social y medioambiental.

En 2017, a nivel medioambiental, apostó decididamente por la protección del entorno con la reducción de los consumos de agua, energía y productos químicos con maquinaria de última generación y con una gestión de residuos óptima. También se redujeron las emisiones de CO2 en 765 toneladas. A nivel social, uno de los aspectos más destacados del año pasado fue el compromiso de Logifruit con la formación de todas las personas de la plantilla, con una inversión de más de 300.000 euros, y sobre todo la apuesta por salud y seguridad en el trabajo así como el impulso al emprendimiento y el talento. A nivel económico, Logifruit aportó a la sociedad más de 15 millones de euros vía impuestos.

Innovación

El presidente de la compañía, Pedro Ballester, ha manifestado que las cifras alcanzadas en 2017 confirman la sostenibilidad en el tiempo del proyecto Logifruit gracias a la consolidación de un modelo que satisface con la misma intensidad a los 5 componentes de la empresa. "Estamos generando un crecimiento innovador, sostenido y compartido de una empresa diferente que crece cada año y que aporta riqueza a nivel social, económico y medioambiental", ha afirmado Ballester.

Pedro Ballester ha asegurado que el incremento de las ventas se ha producido gracias a una plantilla altamente formada y comprometida, a la confianza y proximidad con los clientes y proveedores y, por supuesto, a una estrategia responsable basada en la reutilización y la economía circular.