Ha llegado la hora de que la recuperación económica se traslade de las empresas a sus trabajadores. El conseller de Economía, Rafael Climent, instó ayer a las mercantiles a que suban los salarios a sus empleados, especialmente porque, «tras muchos años de crisis, las compañías empiezan a obtener grandes beneficios». Climent se pronunció en estos términos durante la clausura de una jornada en la patronal autonómica CEV destinada a ponderar las excelencias de algunas de las 65 firmas de la Comunitat Valenciana incluidas en Cepyme500, una iniciativa de la organización de pymes de la patronal española CEOE tendente a destacar al medio millar de compañías medianas y pequeñas «líderes en crecimiento».

El conseller tiró mano de la propia Cepyme para justificar sus argumentos. Y es que recordó que esta confederación estima que las empresas elevaron un 5 % su facturación en 2017. Fue la cuarta vez consecutiva en que conseguían tal logro. Además, en los últimos tres años los principales indicadores de las mercantiles se han recuperado plenamente. Por tanto, «ahora deben dar trabajo con mejores remuneraciones, eludiendo los contratos precarios»

Previamente, cuatro gerentes y propietarios de empresas que han sido distinguidas con Cepyme500 expusieron sus experiencias ante el auditorio. Por ejemplo, Manuel García, presidente de Tecnidex, empresa especializada en agroquímica, concretamente en alargar la vida de frutas y hortalizas entre su cosecha y su consumo, explicó cómo el desinterés de sus hijos por el negocio le ha llevado a vender un 75 % de la propiedad a un grupo estadounidense líder en el sector que le permite seguir al frente de la empresa y como accionista. García considera que «el empresario nace y muere empresario». Es ahí donde justifica porqué, «tras recuperar una parte de mi esfuerzo y mi inversión» con dicha venta, «no me sentí capacitado para coger el dinero y volar, sino para invertir en otras cosas».

Juan Vicente Ferrer, director general de Verdnatura, «el Amazón de las flores y plantas», explicó su particular concepción del mundo de los negocios: «Mi objetivo no es ganar dinero sino hacer grande la empresa», que en la actualidad ya factura 40 millones. Según relató, «hasta hace dos años ganábamos lo que para mí era más de lo que debíamos, así que invertí en la empresa. En 2017, crecimos un 30 % después de que el año anterior no tuviéramos ganancias».

Por último, el presidente de Guillen Group, José Luis Guillen, destacó que esta firma familiar centenaria especializada en remolques aprendió durante la crisis que era precisa la internacionalización. Además de vender en las repúblicas de la antigua URSS, Escandinavia o Argelia, ahora proyecta establecer plantas de ensamblaje en el extranjero.