La bodega valenciana aumentó sus ventas un 18 % en 2017 respecto al año anterior al alcanzar una cifra de negocio de 37 millones de euros, con un beneficio de 4,4 millones de euros, según fuentes de la compañía familiar dirigida por Javier Gandía. Según el principal ejecutivo de la compañía valenciana, una de las líderes en el sector vitiviníciola exportador de la Comunitat Valenciana,la firma «quiere continuar creciendo y apostando por la innovación y la marca». Para ello, durante 2018 va a invertir 5 millones de euros.

La bodega pretende mejorar sus instalaciones en Chiva tras ampliar en 4.000 metros cuadrados su almacén, con una capacidad para 6.000 pallets y un sistema de gestión de almacén automatizado. Este almacén será uno de los más grandes de España en el sector y se caracterizará por tener un sistema de control de temperatura y de humedad. Asimismo, la bodega valenciana está trabajando en la implantación de un sistema de gestión de líneas de producción SGL, digitalizando así toda la planta de embotellado. Los vinos de esta bodega, gestionada ya por la cuarta generación de la familia Gandía, están presentes en más de 90 países de los cinco continentes.

En el año 2017 exportó el 61% y destinó el 39% al mercado nacional. Los mercados donde mayor crecimiento ha tenido en este último año han sido Taiwán, Corea del Sur, Nigeria, Ucrania, Australia y Estados Unidos, donde la filial ha generado números positivos a la compañía, consiguiendo superar el millón de dólares en su facturación.