No están los mercados en buena disposición de hacer crecer el dinero. Los ahorradores huyen en tropel de los depósitos bancarios, con remuneraciones literalmente por los suelos, pero su nuevo destino tampoco es la alegría de la huerta. De hecho, solo los fondos de inversión de renta variable nacional, es decir, de la Bolsa española, han conseguido revalorizarse en el primer semestre del año. Lo han hecho en un 1,62 %. Todos los demás tienen rentabilidades negativas, de manera principal los de renta fija mixta, con un descenso del 1,41 %, y los de retorno absoluto, con un 1,40 %, según los últimos datos de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco).

Cabe tener en cuenta que, de los 272.077 millones de euros invertidos en fondos, 103.000 están referenciados a renta fija y renta fija mixta, otros 17.000 a retorno absoluto y solo 7.356, a renta variable nacional. Es decir, que la inmensa mayoría del dinero está en los fondos menos rentables. A pesar de estas expectativas en negativo, lo cierto es que el patrimonio de los fondos de inversión no deja de crecer en España. En junio, el volumen de activos aumentó en 573 millones, un 0,2 % más que en mayo, con lo que la cifra global queda situada en los ya citados 272.077 millones.

Los fondos globales, con un crecimiento de 586 millones, volvieron a liderar el escalafón de incrementos patrimoniales en junio, un 19,3 % más en el primer semestre. Sin embargo, los que han experimentado el mayor aumento porcentual -20,3 % acumulado- en los seis primeros meses del año han sido los fondos de renta variable nacional, la única atractiva en cuanto a rentabilidad. La mayor caída correspondió a los de gestión pasiva, con un 13,3 %.

En sintonía con el crecimiento patrimonial, las cuentas de partícipes en fondos de inversión se elevaron de forma bien significativa. Así, solo en junio el incremento fue de 143.750, lo que implica que el número global se sitúa por encima de los 11,45 millones al cierre del primer semestre.