El nuevo Gobierno de Pedro Sánchez sigue desplegando sus planes en materia de política laboral. Si ya ha puesto en el debate la necesidad de ajustar las cotizaciones de los autónomos, ahora quiere acabar con una de las fórmulas estrella de la reforma laboral de Mariano Rajoy de 2012.

La secretaria de Estado de Empleo, Yolanda Valdeolivas, anunció ayer que el Gobierno derogará el contrato de apoyo a emprendedores porque estaba en su agenda y porque esta figura contractual, "tal y cómo está diseñada", no responde al objeto que perseguía e "introduce precariedad".

Así lo avanzó Valdeolivas en su primera rueda de prensa de valoración de los datos de paro registrado, donde hizo hincapié en que este contrato "no es adecuado ni razonable".

"Tendremos que seguir avanzando y tendremos que analizar el control del fraude en la contratación temporal, porque tenemos la impresión de que la tasa de temporalidad no se corresponde con la estacionalidad", dijo Valdeolivas, quien también ha resaltado que hay muchas figuras de contratos que "debieran ser indefinidas".

Concretamente, ha afirmado que pese a que esta modalidad cuenta con "muy favorables condiciones de contratación e incentivos económicos atractivos", este contrato "ni ha dado los frutos deseados ni ha conseguido frenar la temporalidad".

"Este contrato no es un contrato indefinido" y puede servir para "torcer" el principio general de la causalidad en la contratación, por el que se establece que no hay contrato temporal sin causa, ha señalado la secretaria de Estado de Empleo.

El contrato indefinido de apoyo a emprendedores, creado en la reforma laboral de 2012, cuenta con un periodo de prueba de un año que, en el caso de no ser superado, no contempla indemnización alguna para el trabajador.

Esta modalidad ofrece una serie de ventajas al empresario para incentivar su uso, como el periodo de prueba de un año, bonificaciones y otras ventajas fiscales.

Desde su creación, los sindicatos vienen denunciando que se trata de "contrato temporal encubierto", con despido "gratuito", y que muchos contratos de esta naturaleza no se mantienen transcurrido el periodo de prueba.

Este contrato lo pueden efectuar aquellas empresas que tengan menos de 50 trabajadores en el momento de la contratación.

"Abaratar el despido no es un objetivo"

Valdeolivas ha señalado además que el Gobierno seguirá actuando con medidas de incentivación de la contratación indefinida porque "son un mecanismo que tiene que dar frutos para reducir la temporalidad". "Todavía estamos tomando datos y recabando información", ha señalado Valdeolivas. Por otro lado, ha recalcado que el abaratamiento del despido "no está entre los objetivos del Gobierno".

Además, ha indicado que el Gobierno quiere estudiar el impacto de la contratación temporal sobre el modelo de contratación general y, en esta línea, ha afirmado que se van a tomar medidas para igualar la cotización de los contratos, con la finalidad de que los temporales coticen por los mismos conceptos que un indefinido.

También ha señalado que los contratos de formación y aprendizaje están registrando un número de contrataciones "muy poco significativo", por lo que también ha mostrado su intención de revisarlos. "Entendemos que no está funcionando como mecanismo de fomento del empleo de los jóvenes como se pretendía y habrá que revisar la regulación jurídica, ver cómo se comportan y adoptar medidas de reforma que permitan atacar el reto del empleo de los jóvenes", ha recalcado.