La primera edición de Campus Executive de Levante-EMV ha llegado a su fin tras nueve módulos y dos sesiones especiales de apertura y clausura. Durante nueve semanas, los alumnos de diferentes sectores profesionales han descubierto qué es el Big Data, el internet de las cosas (IoT) y el 4.0; y cómo aplicar el 3D a las smart factories; además de aprender cómo funcionan las smarct cities y qué aporta el BIM al sector de la construcción.

Después de la inauguración de la mano de Álvaro Nadal, entonces ministro de Agenda Digital, este viernes se clausuraba el Campus en el Club Mercantil Diario Levante, que acogió la última sesión de la formación, protagonizada por Raúl Pérez González de Uriarte, director adjunto de Transformación Digital de BBVA, y en la que también intervinieron Begoña Vilata, representante de Redit-Institutos Tecnológicos de la C. Valenciana; Nacho Galve, del Instituto tecnológico de Informática; y Sergio Giménez, director de Negocio en el Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas).

Begoña Vilata explicó que desde Redit están «convencidos de que la transformación digital está ahí» y por eso animó a los presentes a «ponerse las pilas» porque «competimos con toda Europa». Como explicó Vilata, Redit se encarga de dar «a pie de fábrica» el apoyo que las empresas necesitan a la hora de implantar nuevas tecnologías. Por eso son la «primera red de ayuda a pymes», y cuentan con más de 15.000 empresas asociadas. Además, trabajan la I+D con más de 800 proyectos al año.

Campus Executive | Resumen final

Campus Executive | Resumen final

Uno de los institutos que forman parte de Redit es el dedicado a la informática, que se ubica en la Universitat Politècnica de València, y que ayuda a las empresas «tener un plan de trabajo para recorrer el camino 4.0», indicó Galve. En el proceso de revolución tecnológica, según indicó, a veces «hay que hacer las cosas de una manera distinta para competir»; otras, «cambiar un mal uso a otros más eficientes» y también hay que «trabajar con las personas» para evitar los «rozamientos que puede generar el cambio».

Y es que Galve advirtió de que el argumento de «porque siempre se ha hecho así» es uno de los principales impedimentos a la hora de emprender la revolución 4.0. «Tenemos que romper con eso y conseguir que las empresas tengan la mente abierta», afirmó.

Así, animó a utilizar los «habilitadores tecnológicos»(Big Data, 3D, realidad virtual...) para «hacer más eficiente el trabajo del día a día»: «hay que disponer de herramientas para tener toda la información, pero también habrá que tener gente preparada para sacarle partido a la información», advirtió.

Por ejemplo, desde el Instituto Tecnológico de la Informática han investigado en los sectores dedicados a la energía y la seguridad, y también en crear sistemas de mantenimiento que sean correctivos, preventivos y predictivos. En este último aspecto han logrado, con Ford, prever cuándo se va a romper una máquina y evitar que la cadena de montaje tenga que parar cuando esto ocurre.

Sergio Giménez también apuntó que la investigación con materiales plásticos puede lograr que pronto llegue a los mercados un móvil totalmente flexible y ya se están creando envases pra alimentos con los residuos de la propia industria alimentaria. La pintura antimosquitos; el recubrimiento antihielo en los aviones o la construcción del primer faro completo de plástico son otras realidades surgidas gracias a la implementación del 4.0.

Campus Executive - cierre

Campus Executive - cierre

Ahora, incidió, el futuro pasa por una adaptación «mucho más personal» de los productos que se comercializan, ya que el cliente o usuario cada vez reclama más servicios y objetos hechos a su medida. Por esto, las impresoras 3D sirven para crear piezas en barcos o naves espaciales, que ya no tendrían que llevar repuestos; o en un futuro próximo podría ser posible adquirir un par de gafas o de zapatos que se acoplen perfectamente a la fisonomía del comprador.

Diversificación de actividades

Para Matías de la Barra, director del departamento de Big Data de Prensa Ibérica, grupo editor de Levante-EMV, Campus Executive -producido por el periódico, con el patrocinio de BBVA, y la colaboración del Colegio de Ingenieros Industriales (Coiicv) y de Redit- ha supuesto «todo un acierto», ya que uno de los objetivos era «formar a profesionales que tienen como principal reto llevar a cabo la renovación digital». Asimismo, De la Barra explicó que el salto al 4.0 se basa en dos grandes vectores directores: «mejorar los procesos internos, los servicios y cómo se ofrecen; y abrir nuevos mercados que, a partir de la diversificación de las actividades, generarán nuevas vías de ingresos».

Salvador Puigdengolas, decano del Coiicv, hace un balance «muy positivo» de las sesiones . «El objetivo que nos marcamos, de transmitir conocimiento y de qué era la transformación digital, se ha conseguido. Ha sido muy satisfactorio y estamos muy contentos por el resultado».

Julio Monreal, director de Levante-EMV que, junto a Puigdengolas entregó los diplomas y un obsequio a los alumnos, apuntó que el periódico ya trabaja «en un segundo campus», dentro del compromiso «con la información y con la formación».