Castelló despidió ayer a una de las personalidades más importantes del entramado empresarial valenciano: Rosa Gimeno Tomás, una de los cuatro hijos que tuvo Enrique Gimeno Tomás (junto con Amelia, Enrique y Juan José), miembro de una saga familiar impulsora de entidades sociales y empresariales de enorme relevancia en la capital de la Plana como el Banco de Castelló, la Cámara de Comercio o de la Junta de Obras del Puerto , entre otras iniciativas. Su padre, oriundo de Les Useres, también fundó firmas hídricas, así como Seguros Unión Levantina, una compañía naviera y una sociedad de gas.

Rosa Gimeno, que ha fallecido a los 86 años de edad y cuya misa funeral se celebró en la capilla Hermanas Oblatas de Benicàssim, era la matriarca de la familia Calabuig Gimeno. Con una enorme visión empresarial supo afianzar lo recibido de su familia, consolidar e incrementar la empresa hasta hacerse con el control de una de las principales empresas españolas líderes en la gestión del agua y la industria tecnológica en España: Global Omnium, matriz de la mercantil Aguas de Valencia.

Aprendió inglés gracias a la formación recibida en Irlanda. «Esfuerzo, entrega, trabajo y responsabilidad fueron algunos de los valores que impulsaron su formación y que marcaron su vida», aseguran fuentes de la familia. Incluso fue pionera en la afición por las dos ruedas. Usaba siempre la bicicleta en sus desplazamientos y fue de las primeras personas en Castelló en conducir una Vespa. Tras casarse con Eugenio Calabuig, militar de profesión, se desplazo a vivir a València, donde crecieron sus cinco hijos: Pedro, Eugenio, Celia, Mercedes y Enrique. El repentino fallecimiento de su marido fue uno de los golpes más duros a los que se enfrentó durante esos años.

Quienes la conocieron de cerca destacan su humildad, capacidad de trabajo y discreción. Y la recuerdan siempre en su bicicleta con las alforjas llenas de flores y verduras, repartiendo entre sus amigos lo que diariamente recogía en su jardín en Benicàssim, donde la recuerdan sobre todo el grupo de amigos denominado «El Arenal».

Al funeral también acudieron «amigas del café de los miércoles en València», con las que se ha reunido durante los últimos 60 años. También abuela apasionada, deja 12 nietos, quienes ayer llevaban en sus manos o luciendo en sus solapas el jazmín que tanto le gustaba a Rosa Gimeno Tomás. Celia, Mercedes, Pedro, Eugenio y Enrique aseguran que reciben y asumen con «responsabilidad» su legado.