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Entrevista

Ferran García Marí: "Los turistas son culpables de plagas que destruyen el sector citrícola"

Resalta que la laxitud en las inspecciones de la UE a las importaciones de Sudáfrica es un grave problema

Ferran García Marí: "Los turistas son culpables de plagas que destruyen el sector citrícola"

García Marí es miembro del Instituto Agroforestal del Mediterráneo. El veterano profesor, una autoridad en el ámbito de la entomología (estudio de los insectos), analiza en declaraciones a El Mercantil Valenciano la situación de las plagas vegetales, sobre todo en el sector citrícola, y reconoce que la celeridad con la que actuan grandes economías como Estados Unidos o Japón para evitar males mayores y graves consecuencias para el campo contrasta con la lentitud de Bruselas.

¿Considera afortunado ese mantra tantas veces repetido de que con la globalización de los mercados ha llegado la globalización de las plagas?

Lo que hay que hacer es cumplir los protocolos y normas de seguridad. La competencia en materia de Sanidad Vegertal no es nacional, sino de la UE, que es menos ágil en tomar decisiones que cuando las toman grandes naciones como EE UU o Japón. En Bruselas hay demasiada burocracia y los controles no son similares en países del norte de Europa, que no tienen miedo a algunas plagas porque no tienen esos cultivos, que en el sur de Europa.

A las quejas reiteradas de las organizaciones agrarias por la inseguridad fitosanitaria se han unido en los últimos tiempos las de cooperativas y empresas privadas. ¿Hay algo de proteccionismo con estas medidas en lo comercial o la amenaza es real?

No. La amenaza es real. Eso se comprueba con las plagas y enfermedades conocidas que han llegado desde el exterior. Por ejemplo, en cítricos hay una veintena de nuevas plagas que han invadido el campo desde 1968. También existen, por supuesto, en otros cultivos. La globalización de las plagas y enfermedades en líneas generales es distinta en el Mediterráneo que en otras zonas del mundo. En cualquier caso hay peligro de que lleguen.

Las críticas se suelen dirigir a Bruselas y casi nunca al Gobierno de España o al Consell.

Estados Unidos reacciona con gran celeridad ante cualquier alarma fitosanitaria.Toman medidas de erradicación, tienen recursos económicos para ello y las cumplen. Se propusieron erradicar de su territorio la mosca de la fruta,la Ceratitis capitata, y lo consiguieron. Ellos realizan estudios económicos de cuánto se pierde por cada nueva plaga. Aquí, cuando llegó el picudo a las palmeras, tardamos muchos años en realizar ese análisis. Mientras tanto, en Estados Unidos, en concreto en California, se realizaron de inmediato análisis cobre su impacto económico en explotaciones, viveros, jardines? Tienen una visión amplia. Lo mismo ocurrió con la mosca del olivo. Allí invierten en investigación. Aquí hay que negociar con Bruselas. Y se pierde mucho tiempo porque los intereses son diferentes entre unos estados y otros. Además hay países europeos con vínculos con Sudáfrica como Holanda e Inglaterra.

La fiebre por las variedades citríco las protegidas, más cotizadas en el mercado, parece haber animado a la introducción ilegal de mandarinas que no han pasado la cuarentena . Hay casos destacados como la «Sigal»o la «Early Pride».

A igualdad de volumen y en el caso de los insectos es más peligrosa la fruta que viene de Sudáfrica o Sudamérica, que se compra en España y se confecciona en almacenes durante el verano porque no hay producción aquí. Hay normas que deben cumplir pero a veces se las saltan. Las nuevas variedades contribuyen a introducir plagas patógenos causantes de enfermedades, virus o bacterias, a través de las conocidas varetes (ramas de injerto) introducidas desde otros países y que han sido las causantes, por ejemplo, de lo que ocurrió con la Tristeza, una catástrofe que hace décadas arrasó la citricultura. Investigadores, el propio IVIA, advierten de que es peligrosísimo traerse varetes de otras latitudes. Afortunadamente se ha hecho mucha pedagogía y se han frenado, por tanto, esas prácticas.

¿Qué afección tienen los flujos turísticos en la entrada de plagas y enfermedades?

La Comunitat Valenciana acapara alrededor del 60 % de las explotaciones de cítricos de España. El resto está en Andalucía y Murcia. Si nos fijamos en localidades donde han aparecido plagas introducidas en cítricos españoles desde otros países figuran en primer lugar Málaga y Alicante; que no son las zonas con mayor densidad de cultivo. El minador de los cítricos apareció por primera vez en la Comunitat Valenciana junto al aeropuerto de El Altet, donde no hay prácticamente árboles de cítricos. Luego algo pasa. El problema que zota y destruye cítricos no es tanto el turista que viene a pasar quince días a las playas españolas como el que tiene segunda residencia y trae plantas de su país que cultiva en su chalé. Las plantas cultivadas en macetas son focos de introducción de plagas. Hay que recordar que también hay cítricos ornamentales que la gente planta en sus jardines.

¿Tenemos la legislación fitosanitaria adecuada para que las medidas sean efectivas, por ejemplo contra la «Xylella», detectada aquí en almendros, y que Italia o Mallorca ha destrozados us olivares?

En Xylella fastidiosa, desde principios, se han introducido protocolos exigentes por lo que ocurrió en Italia en 2013. Ha sido una situación crítica. Una catástrofe. La UE y la Generalitat han reaccionado bien. Cuando llega una plaga lo primero hay que hacer es erradicar. Si lo consigues ya no tienes el problema. Si es imposible, tal como ha ocurrido con el picudo de las palmeras, tienes que rendirte y aplicar medidas de contención.

Hay agricultores que rechazan la política de erradicación.

Pero si consigues erradicar los beneficios son enormes en términos económicos. La subespecie de Xylella detectada en Alicante afecta sólo a almendros, no a olivos. Y el insecto vector que la transmite, por lo que sabemos, es poco eficiente al propagar la enfermedad. Pienso que aún es posible erradicar la enfermedad. Da la impresión de que la Xylella lleva implantada mucho tiempo y no se ha propagado demasiado en las localidades de la Marina y El Comtat. Ni siquiera ha llegado a la Safor. Si conseguimos erradicarl será muy beneficioso para la almendra; un sector, por cierto, en alza.

Las organizaciones agrarias y el Comité de Gestión de Cítricos censuraban la laxitud de las medidas planteadas por este país a Europa para tratar de evitar la contaminación de los campos europeo. ¿Es serio que terceros países digan cómo se deben proteger los campos de sus plagas?

En los últimos años a Sudáfrica les ha llegado la Thaumatotibia. Y se ha detectado continuamente fruta en Europa que llega de Sudáfrica con esta enfermedad varias veces al año. Como ocurre con la enfermedad de la llamada mancha negra. Por el momento no ha llegado al campo valenciano, pero es un riesgo. Y Europa hasta ahora apenas se le exigía nada. Ahora la UE quiere normas de cuarentena para los cítricos sudafricanos iguales a las que exige EE UU y Sudáfrica se oponeuso. Han publicado trabajos con los que pretenden suavizar las exigencias de cuarentena americanas. Pero hay que garantizar que las cosas se hacen bien.

Se tiene constancia de que plagas como la del «Cotonet de les Valls» llegó de Sudáfrica. ¿Por qué no se aplican esas mismas técnicas de ADN para depurar responsabilidades y aclarar el origen de todas las plagas que entrar en nuestra agricultura?

Es casi seguro que El Cotonet de Les Valls procede de Sudáfrica. Hay estudios científicos realizados con técnicas de ADN que lo avalan. Recientemente se ha presentado una tesis doctoral en la UPV cuya investigadora pasó un año en Sudáfrica realizando trabajos de campo con objeto de encontrar agentes de control biológico en la zona de origen e introducirlos en nuestro país. Esto mismo se está empezando a hacer con otra reciente plaga invasora: Trioza erytreae, insecto vector de la enfermedad del HLB.

¿Está preparada la citricultura española y valenciana para eso?

Lo mejor desde luego es que no llegue nunca aquí. No estamos preparados y es una enfermedad muy problemática. En Brasil llegó el vector transmisor a mediados del siglo XX y la bacteria no se detectó hasta a finales de los noventa. Había pasado casi medio siglo. Allí se gastan mucho dinero en mano de obra para vigilar e inspeccionar los árboles uno a uno y arrancar en cuanto observan síntomas. Ese coste sería prohibitivo en España. En Florida, sin embargo, pasaron solo tres o cuatro años entre la detección del insecto y la de la bacteria causante de la enfermedad del HLB. Eso nos puede pasar aquí; o no. Es una incertidumbre. Aquí ha aparecido el vector en Galicia y el norte de Portugal, que no son zonas citrícolas extensivas. En Florida no aplican las mismas medidas de erradicación que en Brasil sino que intentan convivir con la enfermedad porque los árboles no se mueren debido a los tratamientos que aplican. Eso es muy caro y no está claro si tendrán éxito.

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