Los elevados índices de absentismo laboral, que mide el porcentaje de horas no trabajadas (sin contar vacaciones, festivos ni expedientes de suspensión de empleo) respecto a la jornada pactada efectiva, ha disparado las alarmas entre las grandes factorías del negocio del automóvil en España, incluida la factoría de Ford en Almussafes. En la planta valenciana, según los datos reconocidos por la propia empresa y los sindicatos y a los que ha tenido acceso Levante-EMV, este indicador ha vuelto a subir en esta década desde 2014 al pasar del 2,5 % al 4,2 % hasta finales de 2017.
Este nuevo repunte del tiempo de trabajo perdido coincide con una época de recuperación de la economía y del empleo tras el largo período de recesión iniciado en 2008, cuando se consiguió recudir a la mitad esas tasas de absentismo respecto los años previos, en los que se superaba el 7 %.
Mientras la dirección de la multinacional estadounidense defendía tratar en el ámbito de la negociación colectiva el absentismo laboral -que va in crescendo conforme crece la recuperación económica- a fin de ligarlo de alguna manera a los incrementos salariales los sindicatos lo rechazaron de plano esa propuesta. En este sentido Ford propuso a las centrales un alza del 5% en tres años (finalmente ha sido del 2,5% para 2019 y del 1,5% para 2020), aunque casi la mitad de ese incremento debería estar condicionado a que se cumpliera un ratio del absentismo inferior al 3 %.
Según el secretario general de la sección sindical de UGT-Ford, Carlos Faubel, una de las claves que explicaron el recorte de los índices de absentismo laboral que estaban en el 7 % en la factoría ha tenido que ver con el rejuvenecimiento de la plantilla en este centro industrial desde 2003 tras la puesta en marcha de los planes de contrato de relevo; es decir, la sustitución de empleados que se jubilan anticipadamente a partir de 60 años por jóvenes en las líneas de producción de la fábrica.
Contratos de relevo
«Los contratos de relevo han sido un bálsamo para la industria de la automoción, un elemento de competitividad clave que las centrales sindicales veníamos reclamando desde hace tiempo para rejuvenecer los puestos de trabajo en un sector que ha podido así mantener buenos salarios y cotizaciones sociales», explica el dirigente del sindicato mayoritario. La fábrica emplea a 7.700 trabajadores, de los que un 95 % son fijos y el 5 % restante, eventuales.
«Nos situamos en niveles de absentismo similares a los de otras plantas del sector», explica Faubel. En su opinión, «no existen motivos para las alarmas, pues el ligero incremento tiene que ver con que la edad media de la plantilla ha vuelvo a subir respecto al inicio del plan de contratos de relevo». También reconoce que este elemento ha protagonizado buena parte del debate que durante el último año protagonizaron los representantes de la empresa y de los sindicatos hasta llegar a firmar el plan de competitividad de Ford España Horizonte 2020.
La empresa, en reuniones privadas con los sindicatos y a petición de Ford Europa, fue muy insistente en que la tasa de absentismo no podía pasar del mencionado 3%. Mientras la empresa sostuvo que a más plantilla fija más absentismo y que la crisis económica lo había reducido, los sindicatos no estaban dispuestos a trazar líneas rojas en este aspecto de la negociación colectiva.
