La tímida reactivación de la obra pública y privada ha tirado de Pavasal, constructora valenciana que cerró el ejercicio 2017 con una facturación de 147 millones de euros. Esta cifra representa un incremento del 21% respecto al ejercicio anterior, según explicó ayer la empresa en un comunicado. Pavasal ha obtenido un beneficio de 6,7 millones de euros, cifra que representa el 4,5% de su facturación. Este porcentaje es ligeramente inferior al del año anterior, cuando Pavasal obtuvo unas ganancias equivalentes al 4,7% de sus ingresos, dos décimas menos que en 2017.

Francisco Querol, director general de la compañía, explicó ayer que «Pavasal es fiel a su objetivo: mantener un crecimiento sólido, alejado del riesgo, que genere el margen suficiente para mantener nuestra solvencia. Esta posición nos garantiza contar con una plantilla cualificada, conformada por cerca de 900 trabajadores, y dar un buen servicio a nuestros clientes».

Industrial

La empresa intenta mantener su posición como referente en el sector público y consolidar su participación en el ámbito de la construcción industrial y logística. De hecho, en 2017 y 2018 ha iniciado la promoción y construcción de plataformas logísticas con una superficie total que supera los 200.000 metros cuadrados en localizaciones clave de Barcelona, Madrid y Valencia.

Una de esas áreas la desarrollará estará situada en el municipio de Abrera, uno de los principales polos logísticos de Cataluña, situado a escasos kilómetros de Barcelona. Tendrá una superficie de 49.500 metros cuadrados. La nave está construida sobre un solar de aproximadamente 77.000 metros cuadrados propiedad de Pavasal.

75 años de historia

Querol comentó que el planteamiento de la compañía es «mantener la cuota de negocio originaria y más representativa de Pavasal, la que proviene de la contratación pública, y ampliar los ámbitos en los que prestar su servicio dentro del sector privado».

Con más de 75 años de experiencia en el sector, Pavasal remonta sus orígenes a finales del siglo XIX en la pavimentación y asfaltado de carreteras, concretamente con la explotación de diversas destilerías de alquitrán de hulla procedente de hornos de coque y empleado para el pavimentado de carreteras.

Querol resaltó que la presencia de Pavasal en la construcción privada «obedece a la decisión de crecer en nuevos sectores en los que Pavasal por su experiencia, capacidad técnica y económica puede aportar valor en inversiones industriales y logísticas solventes».

La empresa posee cinco canteras y ocho plantas de conglomerado en la Comunitat Valenciana y Murcia.

Pavasal es la cabecera de un grupo empresarial en el que se encuentran también otras compañías especializadas en la construcción o gestión, y que comprenden desde la edificación pública, residencial o industrial hasta la gestión del ciclo integral del agua o la movilidad urbana.

El holding incluye otras empresas como Edifesa, Elit, Pavapark, Pavener o Pavagua.