El Gremi de Forners de València, una de las entidades profesionales más antiguas y que data del siglo XV, acaba de cerrar la venta de su sede histórica, que se convertirá en un hotel con restaurante. El comprador, según fuentes conocedoras de la operación, es la empresa valenciana Elit Aliquam SL, que pertenece a la matriz Primizia de Inversiones, administrada por Juan José Bort Nicolau y Antonio Vicente Sáez Ventura.
Se trata de un edificio ubicado en la calle Gobernador Viejo, en pleno casco histórico. Una casa señorial de varias plantas y unos 1.800 metros cuadrados de superficie. Fue la vivienda de la viuda del Barón de Terrateig, adquirida por el gremio en 1935 por la cantidad de 135.000 pesetas.
Esta adquisición y su futuro destino se suman al boom de inversiones en el sector turístico que se está produciendo en València, concretamente en edificios singulares.
Destacan, entre otros, los casos del Palacio Vallier, ubicado junto al Palau de la Generalitat, y que ha sido adquirido por MyR Hotels para levantar un hotel de lujo. La misma cadena también ha convertido en hotel el edificio del histórico Café Madrid. Grupo Santos ha adquirido otra finca singular en la plaza del Ayuntamiento, donde proyecta lanzar un establecimiento de lujo los próximos años. Entre las últimas novedades aparece el proyecto para convertir en hotel la antigua sede de la CAM, un edificio de Goerlich. Esta fiebre hotelera ha motivado incluso una moratoria en algunos barrios ante la avalancha de proyectos que hacen temer una saturación en la oferta turística.
En este contexto, el Gremi ha sacado partido de la agitación inversora. La venta se habría cerrado por una cifra alrededor de los tres millones de euros. El inmueble lleva en el mercado desde hace siete años, aunque la organización no tenía necesidad de vender. Algunas inmobiliarias de lujo lo ofrecían por 3,5 millones de euros.
La casa, de hecho, ha estado en el punto de mira de muchos inversores. Las fuentes consultadas confirman hasta siete ofertas en estos años. La última es la que ha satisfecho a la directiva y a los panaderos agremiados.
El de los horneros es uno de los sectores tradicionales que vive una época de estrecheces por los nuevos formatos que les hacen la competencia, desde supermercados a gasolineras y tiendas multiproducto.
La crisis del sector ha arrastrado a algunas patronales. Unas han desaparecido; otras se encuentran en situación de quiebra y se están viendo obligadas a desprenderse de su patrimonio para sobrevivir.
No es el caso del Gremi de Forners de València, que tiene sus cuentas saneadas y dispone de unos 300 asociados. Más que por carencias económicas, la entidad justifica la operación como un decisión de gestión racional. En estos momentos, sus necesidades de espacio se limitan a unos 350 metros, frente a los 1.800 de los que disponen en Gobernador Viejo.
Se muda a la calle Colón, con AVE
Así, la entidad ha alquilado un espacio más reducido y funcional, una nueva sede de unos 350 metros repartidos en dos plantas de la calle Colón, concretamente en un edificio de ocho plantas que pertenece al patrimonio histórico de la mutua umivale. Los horneros compartirán edificio con, entre otros, el lobby empresarial AVE.
Una compra de 1935 con derramas de los agremiados
El Gremi de Forners lleva casi un siglo en el mismo lugar. En 1935, adquirió este edificio singular en el centro. Pagó lo que pudo con fondos propios. Del resto, se hicieron cargo los agremiados con una fórmula progresiva y solidaria: al que mejor le iba, más aportaba. Se impuso un recargo por cada kilo de harina que compraban los asociados, y el dinero iba a las arcas del Gremi.
