El procedimiento sancionador de la agencia Turisme Comunitat Valenciana contra una guía turística aficionada por organizar visitas en su localidad no va a quedarse en una anécdota veraniega. El departamento que preside Francesc Colomer está resuelto a proteger la figura del guía turístico oficial, y va a poner en su radar la actividad de las web que ofertan actividades similares a esta, para asegurar que se realizan a cargo de profesionales acreditados.

Desde la antigua AVT, esta polémica se ve con los mismos ojos que la de los alojamientos irregulares en plataformas como Airbnb: una cuestión de intrusismo. En este sentido, el foco se va a poner sobre las web más que sobre los particulares. De hecho, las sanciones tan cuantiosas que introduce la nueva ley de Turismo, hasta 600.000 euros, no están pensadas para las personas -a las que rara vez se multa, aclaran- sino para las grandes corporaciones como Airbnb, Booking y similares que organizan determinada actividad.

Cabe recordar que la Generalitat ha abierto en los últimos meses decenas de expedientes sancionadores contra estas plataformas por comercializar pisos que no cuentan con la autorización de la Generalitat para el uso turístico.

La guía amateur apercibida, precisamente, ofertaba su tour por Vilafamés a través de la startup valenciana GuruWalk, un portal que ofrece tours gratuitos a cambio de propinas en más de 60 países distintos. Particulares de varias ciudades de la C. Valenciana, desde la capital a Orihuela pasando por Alicante, Silla, Sagunt o la Vall d'Uixó, ofrecen sus visitas.

Hasta ahora, la actividad de los inspectores de turismo -que son pocos para toda la autonomía- se ha centrado en las web de alojamiento. En el caso de esta guía de Vilafamés, por ejemplo, no se actuó de oficio sino como consecuencia de una denuncia. A partir de ahora, se pretende extender la vigilancia a las web y si proliferan casos como este se abordará el problema con las plataformas, tal como se está haciendo con Airbnb, con la que se mantienen negociaciones abiertas desde hace meses. Los colectivos profesionales denuncian el intrusismo y los tours gratuitos que les hacen la competencia desde hace años.

Transacciones «sin control»

«Al final es competencia desleal. Hablamos de intrusismo, que da mala imagen y perjudica al sector turístico reglado. Un servicio de guías oficiales tiene un coste oficial. No puede haber visitas guidas por un donativo. Además, es una transacción económica sin control», apuntan desde Turisme.

La administración, volcada en transmitir una imagen de profesionalidad del sector, se toma en serio la figura del guía. Hace unas semanas se celebraron las pruebas y se acaban de entregar 250 nuevos certificados de habilitación profesional. Ya son 1.349 en la autonomía. Además, se han aprobado por primera vez guías turísticos en turco, polaco o húngaro.

Además de las pruebas de idiomas, los guías tienen que demostrar conocimientos culturales, artísticos, geográficos y del medio ambiente de la C. Valenciana. También nociones de actualidad política, económica, social y cultura, así como habilidades relacionadas con la gestión, asistencia y asesoramiento.