Un día después de hacer público un contrato en Suiza por importe de 32 millones de euros para construir nueve tranvías en su planta de Albuixech, la firma Stadler Rail València presentó ayer sus cuentas de 2017, que ponen de manifiesto un significativo descenso en los beneficios y la cifra de negocio de la compañía pero también que su cartera de pedidos es robusta y al alza.

La empresa, que en enero de 2016 se integró en el grupo suizo Stadler después de que este comprara el 100 % de la mercantil al alemán Vossloh, cerró el pasado ejercicio con unos resultados positivos de solo 28.310 euros. El dato contrasta con los algo más de tres millones que obtuvo como beneficio en 2016. Se trata de diez veces menos. A pesar de ello, el socio único de la empresa aprobó el 28 de junio de 2017 la distribución de dividendos por importe de 25 millones con cargo a las reservas voluntarias. Las reservas de la sociedad han bajado en un año de 43 a 21 millones, mientras que el patrimonio neto lo ha hecho de 61 a casi 40. El resultado de explotación se quedó en los 186.000 euros, también muy lejos de los 2,4 millones del ejercicio precedente.

Stadler Rail València obtuvo a lo largo de 2017 una cifra de negocio de 166,22 millones de euros. Como en 2016 la compañía registró una facturación de 205 millones, en esta magnitud se ha producido un descenso del 19 %. No obstante, la cartera de pedidos al cierre de 2017 estaba valorada en 518 millones, después de que a lo largo del ejercicio la compañía lograra incrementarla en 224. Entre estos últimos pedidos destaca el suministro de diez locomotoras para Alemania, de otras cuarenta para Estados Unidos, así como una locomotora para Italia. Además, consiguió la fabricación de cien trenes Tram para Alemania y 22 tranvías para Brasil, además del mantenimiento de la flota de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana, de Servicios Ferroviarios de Mallorca y de Sheffield, en el Reino Unido.