Tras una década con los niveles de inversión extranjera por los suelos en plena resaca de la Gran Depresión, 2017 marcó un punto de inflexión, con más de 1.150 millones en la Comunitat Valenciana. En el primer semestre de este año, sin embargo, las cifras han vuelto a caer. Según los datos hecho públicos ayer por el Ministerio de Economía, el capital extranjero realizó inversiones productivas en la autonomía por valor de 225,9 millones. Es un 58 % menos que en los seis primeros meses del pasado año del pasado año, que tuvieron un comportamiento extraordinario con 544 millones.
Pese a la caída, la autonomía se mantiene en un nivel positivo si se compara con los duros años de la crisis. En estos momentos, la C. Valenciana se encuentra en la cuarta posición española. Aunque el conjunto del país prácticamente se mantiene igual que el pasado año (apenas un 1,3 % más), Madrid ha resultado la gran beneficiada de la fuga de empresas extranjeras de Cataluña rumbo a otras partes del país. La capital se ha anotado 8.383 millones de euros en inversión foránea. Es un 43 % más, frente al descenso del 40,8 % registrado por Cataluña. Madrid, en realidad, absorbe el 70 % de la inversión que se ha producido en España entre enero y junio de este año.
La inversión extranjera, una magnitud que computa compra de empresas, ampliaciones o mejoras, marcó en 2017 el récord de la última década en la C. Valenciana con 1.158 millones. Para encontrar cifras superiores hay que remontarse a los 1.???millones de ???7, unos años de fuerte inversión de la multinacional Ford. En realidad, la inversión en la C. Valenciana fluctúa al ritmo de los planes de inversión de las escasas grandes compañías.
Las grandes operaciones corporativas que tuvieron lugar a lo largo de todo 2017 explican, de algún modo, que en este primer semestre las cifras se hayan resentido. Entre otras operaciones, el pasado año se produjo un auténtico boom en el sector azulejero, con grupos industriales y fondos de inversión tomando posiciones en empresas como Esmalglass Frita (Lone Star); Endeka (comprada por Ferro) o Keraben (adquirida por Victoria).
Sector químico y azulejero
También hubo sonados cambios de manos en el sector químico. El grupo francés Altair se hizo con Químicas Oro, mientras Tecnidex fue comprada por el líder de tratamiento postcosecha AgroFresh. También el grupo francés Europcar compró la agencia alicantina de alquiler de coches Goldcar.
En este contexto, la autonomía trata de incrementar recursos en la captación de empresas extranjeras, aunque también se mantienen relaciones tensas como en el caso del grupo británico que promueve un centro comercial y de ocio en Paterna, Puerto Mediterráneo. Así, se ha creado una oficina para atender los grandes proyectos, y las conselleries de Hacienda y Economía están catalogando el suelo industrial y logístico para facilitar la captación de inversiones.
