La patronal autonómica CEV aprovechó la reunión ayer de su comité ejecutivo en Alicante para emitir un comunicado muy crítico con las intenciones impositivas del Gobierno de Pedro Sánchez. El «profundo rechazo» al «incremento en la presión fiscal a las empresas» es tanto en la forma como en el fondo. En el primer caso, porque los anuncios «genéricos» solo provocan «incertidumbre y socaban la seguridad jurídica de los agentes económicos». En el segundo, porque la «economía ya está en fase de ralentización» y «lo último que debe hacer la política económica es subir los impuestos a las empresas». En opinión de la CEV, un alza fiscal «mermaría la competitividad interna y externa de las empresas, ralentizaría todavía más el avance de la actividad, así como la generación de empleo».

La CEV concluye a este respecto que la adaptación de la Administración al nuevo entorno y el cumplimiento de los objetivos de déficit «deben realizarse mediante una profunda y definitiva reforma que reduzca los gastos innecesarios y gestione mejor». Fuentes de la organización explicaron ayer a este diario que la citada nota se emitió antes de conocer la reducción fiscal a las pymes y que la crítica contenida tenía un carácter «genérico» ante los «globos sonda de incrementos impositivos» lanzados desde el Gobierno. De todas formas, precisaron sobre la rebaja del 2 % en Sociedades a las pymes que «hay que ver que no vaya acompañada de una supresión de deducciones que lo deje todo igual».

Por otro lado, el comité ejecutivo expresó su apoyo explícito a Antonio Garamendi como candidato para presidir la patronal española CEOE y acordó la incorporación de tres nuevos socios. Se trata de la Federación de Obras Públicas de la Provincia de Alicante, la empresa Jesús Navarro (Carmencita) y la Asociación Centro Europeo de Empresas e Innovación (CEEI) de Elx .