El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se reunió ayer con la plana mayor de Ford en España para abordar el contexto al que se enfrenta la compañía en Europa, donde pretende acometer una reestructuración de su división. Al encuentro, que se celebró en el Palau de la Generalitat y no fue incluido en la agenda pública del presidente, asistieron el presidente de Ford en España, Jesús Alonso, y el máximo responsable de la planta de Almussafes, Dionisio Campos.

El encuentro sirvió para transmitir el apoyo del Consell a los responsables de la multinacional en el actual contexto de incertidumbre. Como adelantó este diario, el ceo de Ford en Europa, Steven Armstrong, ha citado el próximo 9 de octubre al comité intercentros de sus plantas en Europa para analizar posibles programas de ajustes tras la reestructuración que el grupo automovilístico prepara en el Viejo Continente. Fuentes de la Generalitat evitaron detallar el contenido del encuentro, y lo situaron en el marco de los planes de ayudas que el Consell da a Ford para I+D, planes de formación, etc.

El encuentro entre el presidente y los responsables de Ford España se produce pocos días después de que el máximo responsable de Ford España, Jesús Alonso, asegurara en una visita a València y tras reunirse con la vicepresidencia de la Generalitat, Mónica Oltra, que Almussafes tiene un «gran futuro» pese a las dificultades de la compañía en Europa debido a los riesgos del «brexit» y los posibles cambios respecto a la política fiscal en España que podrían afectar a los vehículos diésel.

Aunque Alonso quiere eliminar incertidumbres, y recuerda que la compañía ha anunciado recientemente una inversión de 750 millones de euros en Almussafes para la nueva versión del Kuga. Con todo, la reunión de Ford en el cuartel general de Colonia ha desatado la preocupación en el Palau de la Generalitat sobre el futuro de la fábrica valenciana y sus 8.000 empleos directos.

Trece millones públicos

La administración autonómica tiene aprobados convenios por valor de 13 millones. Así, la fábrica valenciana dispone de una línea de tres millones ligada a la inversión anunciada por la compañía para traer a Almussafes el nuevo modelo del Kuga (350 millones de euros), un modelo que acapara algo más de la mitad de la producción de Almussafes. Otro millón está vinculado a un proyecto piloto sobre movilidad eléctrica. Ambas ayudas recientes se suman a los nueve millones en subvenciones anunciadas el pasado julio.

De momento, poco se sabe sobre los planes de la compañía que lidera James Hackett. Diversas fuentes cifran en diez mil millones de dólares el paquete económico que la multinacional del óvalo tendría listo para abordar esta reestructuración del negocio en Europa.

Los cambios en los motores (con la desaparición del diésel y la evolución hacia la movilidad eléctrica), las nuevas tendencias del mercado con las ventas concentradas en modelos todoterreno y la concentración del sector están empujando a Ford a replantear su estructura en varias regiones. En el caso europeo, la caída de ventas de los últimos meses y el impacto del «brexit» están empujando a la compañía a abordar cambios.