La decisión de la multinacional americana Ford de preparar recortes en su división europea que incluirán desmantelamiento de instalaciones y despidos de trabajadores para atajar pérdidas enciende las alarmas en sus factorías del viejo continente, aunque también entre sus proveedores. El clúster de empresas de la automoción de la Comunitat Valenciana AVIA, cuya facturación conjunta genera algo más de 12.400 millones de euros (el 11,8 % del PIB autonómico y 29.800 trabajadores directos), quiere trasladar un mensaje de «tranquilidad hacia los empleados» de este sector auxiliar, si bien reconoce que «cualquier decisión que adopte la empresa afectará a los proveedores» dada su dependencia de la factoría de Almussafes.

La organización profesional presidida por Mónica Alegre se pronuncia así un día después de que el presidente de Ford Europa, Steven Armstrong, anunciara al comité de empresa europeo un duro plan de ajustes en todas sus fábricas del viejo continente (España, Reino Unido, Alemania, Turquía y Rumanía) y que deja por tanto en el aire la carga de trabajo de la planta valenciana, que emplea a unos 8.000 trabajadores y produce hasta seis modelos de vehículos (Kuga, Mondeo, Galaxy, S-Max, Transit Connect y Tourneo) así como diversas gamas de motores.

En busca de flexibilidad

Los proveedores del automóvil radicados en la Comunitat Valenciana y asociados a AVIA «han trabajado en los últimos años para hacer de sus empresas compañías más flexibles y eficientes, más competitivas; por lo que están mejor preparadas para cualquier eventualidad que el mercado pueda traer», explica esta entidad.

Según AVIA, los retos actuales de esta industria pasan por superar los riesgos del Brexit, la situación de Turquía y los aranceles impuestos por Donald Trump en Estados Unidos. Pero sobre todo, la organización empresarial afronta «un salto cualitativo hacia las nuevas innovaciones disruptivas que se introducen en el sector. Y por tanto, debemos dar entrada a nuevas industrias y sectores. Debemos tener en cuenta las oportunidades que se abren para el desarrollo de coches autónomos, conectados, eficientes».

En es sentido, prevé un cambio en el modelo de consumo de automóviles donde prime el uso, sobre la propiedad y por tanto una reducción en los volúmenes de consumo.

El clúster de la automoción integra 104 empresas (del sector metalmecánico, plástico, ingenierías, servicios, logística envase y embalaje y consultoras) demanda a las administraciones públicas la búsqueda de nuevas inversiones para la Comunitat Valenciana que permitan diversificar su cartera de clientes. Además, entre los planes de diversificación del negocio de los proveedores del automóviles figuran los programas de internacionalización en países del Este de Europa, así como Marruecos y México, entre otros.

Por su parte, el presidente de la Asociación de directivos y empresarios logísticos, Propeller Valencia, Pedro Coca, reclamó ayer buscar soluciones para ejecutar el Corredor València-Sagunt, un proyecto de conectividad ferroviaria y terrestre que considera necesario para asegurar la competitividad de nodos logísticos de la relevancia de los citados puertos, así como Parc Sagunt o la factoría Ford de Almussafes.