El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se mostró ayer prudente sobre los resultados de la reunión del pasado martes en Colonia sobre el futuro de Ford. Puig no ve de momento «ninguna novedad» que «haga pensar que el futuro de la planta de Almussafes está en peligro». El jefe del Consell se ha pronunciado sobre el encuentro entre los responsables de Ford Europa y los representantes sindicales tras su participación en Bruselas en el Comité de las Regiones de la UE. En la citada reunión, la marca del óvalo comunicó una nueva estrategia que contempla cierres de factorías, sin concretar cuáles.

Puig ha respetado la facultad de la compañía para adoptar decisiones ante la situación del mercado del motor, pero ha subrayado que la planta de Almussafes es «posiblemente la más competitiva de Ford en Europa». El president ha asegurado que su actitud será la de intentar «cooperar», porque lo que está en juego no es solo una compañía que emplea a unos 8.000 trabajadores, sino «un clúster de innovación en el sector automovilístico».

Mientras tanto, el conseller de Hacienda, Vicent Soler, afirmó que el Consell mantendrá una «actitud generosa» en cuanto a las ayudas a la planta de Ford en Almussafes porque «los intereses colectivos de los valencianos están en que Ford este ahí», aunque ha advertido que el Gobierno valenciano no tiene «una maquinita de hacer dinero». Respecto a un posible aumento de las ayudas que destina la Generalitat -al término de la reunión del Consell- Soler afirmó que en el marco de la elaboración de los presupuestos y de la comisión bilateral entre la Generalitat y Ford, otras empresas valencianas también se benefician de las ayudas a esta firma.

La vicepresidenta Mónica Oltra, indicó que el Consell mantiene una «comunicación permanente» con Ford y coincide con Puig al poner en valor que la factoría de Almussafes y sostener que «probablemente la más competitiva de toda Europa».