Además de los crecientes niveles del mar, los huracanes más fuertes y el empeoramiento de los incendios forestales, los científicos proyectan que el cambio climático provocado por el hombre dará como resultado una de las consecuencias más terribles que se pueda imaginar: una interrupción en el suministro mundial de cerveza.

En un estudio publicado ayer en Nature Plants, investigadores de la Universidad de California-Irvine (UCI), en Estados Unidos, y otras instituciones informan de que las sequías y las olas de calor concurrentes, exacerbadas por el calentamiento global antropogénico, conducirán a fuertes caídas en los rendimientos de la cebada, el ingrediente principal de la cerveza.

Los modelos económicos utilizados en el documento demostraron un gran potencial para el aumento de los precios en algunos países amantes de la cerveza, y si las personas disfrutan o no de una jarra de cerveza probablemente dependerá de su disposición a pagar.

«El mundo se enfrenta a muchos impactos del cambio climático que ponen en peligro la vida, por lo que el hecho de que las personas tengan que gastar un poco más para beber cerveza puede parecer trivial en comparación -dice el coautor Steven Davis, profesor asociado de Ciencias del Sistema Terrestre de la UCI-. Pero definitivamente hay un atractivo intercultural hacia la cerveza, y el hecho de no tener una pinta fresca al final de un día caluroso cada vez más común simplemente añade un agravio a la lesión».