En 2016 la industria cementera de la Comunitat Valenciana evitó que 356.808 toneladas de residuos aprovechables se enterrasen en vertederos. Esta y otras informaciones se recogen en la última actualización, con datos a cierre de 2016, del informe sobre "Reciclado y valorización de residuos en la industria cementera en España", elaborado por el Instituto Cerdà y presentado hoy en Valencia por la Fundación Laboral del Cemento y el Medio Ambiente (Fundación CEMA).

"La industria cementera juega un papel crucial para reducir el volumen de residuos enviados a vertedero. Enviar hoy una tonelada de residuos a un vertedero en la Comunidad Valenciana tiene un coste de 45 euros por tonelada, 4 euros menos que en el total de la media española donde el coste es de 49 €/t. La implantación de tasas disuasorias al depósito de residuos en vertedero es la vía más efectiva para mejorar las tasas de reciclado y para convertir los residuos no reciclables en recursos, en línea con las políticas de economía circular de la UE", explicó Dimas Vallina, director gerente de Fundación CEMA, durante el acto de presentación.

"Países de nuestro entorno como Alemania, Suecia o Polonia son conscientes de ello y penalizan con un coste mayor el envío de residuos a vertedero: 140 €/t, 106,5 €/t y 69,5 €/t, respectivamente. Allí, los vertederos prácticamente están desapareciendo", afirmó el director gerente de la Fundación que continuó afirmando que "desde la industria cementera hemos visto con sorpresa cómo la Generalitat ha creado un impuesto que equipara la valorización de residuos con la incineración y el envío a vertedero; ya que este impuesto contraviene la jerarquía de gestión de residuos que marca la Unión Europea y que sitúa a la valorización por detrás del reciclado, pero por delante del vertedero y de la incineración", añadió Vallina.

Valorización material y energética

En 2016, tres fábricas de cemento —Alicante, Buñol y Sagunt— consumieron un total de 166.910 toneladas de materias primas alternativas, el 11% del total de la industria cementera española, que ascendió a 1.524.390. La Comunidad Valenciana es una de las comunidades con mayor variedad de materias primas alternativas empleadas en sus instalaciones con un total de 18 tipos entre los años 2004 y 2016 que abarca el estudio.

El porcentaje de sustitución energética —de combustibles fósiles por residuos— en la industria cementera de la Comunitat Valenciana alcanza así el 36,8%, 11,6 puntos porcentuales por encima de la media nacional (25,2%), pero muy alejado del que tienen otros países de nuestro entorno, líderes en protección medioambiental como Austria (76,3%), Suecia (69%), Dinamarca (65,4%) o Bélgica (50%). Esta práctica ha permitido evitar en la C. Valenciana la emisión a la atmósfera de 158.887 toneladas de CO2, cantidad equivalente a las emisiones de 135.801 vehículos en un año.

La jornada, clausurada por la Secretaria Autonómica de Economía Sostenible, Sectores Productivos y Comercio, Blanca Marín, contó con la participación, entre otros, del Catedrático de Ingeniería Química de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial de la UPV, Eduardo Palomares, que explicó el papel del sector cementero en la economía circular; del presidente del Grupo de trabajo sobre residuos de la Asociación europea de fabricantes de cemento, Cembureau, Eric Waeyenbergh; y del director del área de medio ambiente del Instituto Cerdà, Miguel Hernández.