El parto ha sido largo. Tanto, que el acto casi pareció una puesta en escena preelectoral, pero ayer al fin el Servef dio carta de naturaleza a la nueva etapa que quiere afrontar. En un renovado salón de actos de su edificio principal en València, el secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu, presentó la nueva imagen corporativa de la casa, que pasa a llamarse Labora. Un cambio con el que pretenden «empezar a recuperar la confianza» de los ciudadanos.

El giro, en realidad, va más allá. En unos días, la entidad presentará el nuevo formato de oficinas, que habían quedado «obsoletas», con las que quiere cambiar una imagen en ocasiones «siniestra», llegó a decir Nomdedéu, por un «espacio de oportunidades», más accesible y transparente, con atención más personalizada y «humanizada».

Como tercera pata del cambio, se estrena una nueva página web más sencilla y de fácil navegación frente a la anterior. Este proceso de digitalización se alinea con iniciativas ya desplegadas, como los cajeros autoservef para agilizar las gestiones más sencillas; o con la licitación de un nuevo servicio móvil para acercar la atención allí donde no hay oficinas.

La Generalitat se volcó en un acto al que se quiso dar entidad de día grande dentro de la legislatura. Además del conseller de Economía, Rafa Climent, y altos cargos de este departamento y Hacienda, acudieron el presidente Puig, la vicepresidenta Oltra, y representantes de los sindicatos y la patronal autonómica CECV, a través de su secretario general Miguel Ángel Javaloyes.

El antiguo Servef presenta estos cambios no como un lavado de cara que mantiene las estructuras internas tal como están, sino como la culminación de un trabajo en que, por primera vez, la administración ha hecho una consulta ciudadana para entender cómo se percibe y cómo mejorar el servicio de intermediación en la búsqueda de empleo. El nuevo servicio de empleo, aseguran, es el resultado de las críticas de los usuarios; y de esas nuevas políticas surge la renovada identidad corporativa.

Igualmente, se hizo balance de las políticas desarrolladas hasta la fecha. El conseller Climent reivindicó el descenso del paro previsto en diez puntos al final de la legislatura; o la mejora de la situación del personal, «que era extremadamente precaria». De hecho, se hizo hincapié en la consolidación de 120 plazas de orientadores que estaban en situación de interinidad. También se presumió de incremento de recursos (un 66,5% más de presupuesto) y de gestión, con doce puntos más en grado de ejecución desde 2015.

Aunque la cifra de intermediación del Servef en los nuevos contratos es muy baja (2,4%), la conselleria puso en valor que se ha pasado de tener la tasa más baja de España (1,7% en 2015) a estar por encima de la media española en dos años.

Tampoco se ahorraron críticas hacia la gestión del PP. Mónica Oltra, de hecho, recordó que «se han revertido las multas, la desconfianza y las reticencias de las autoridades europeas por la mala gestión de fondos europeos en épocas pasadas». Los fondos europeos vuelven a destinarse a políticas de empleo, celebró Oltra.