Ford acometerá una reestructuración de gran calado en Europa durante los próximos meses. La multinacional norteamericana, según anunció ayer desde Colonia (Alemania) el presidente de Ford Europa, Steven Armstrong, revisará «todas» las plantas de producción de vehículos y motores que tiene en el viejo continente (España, Inglaterra, Alemania, Turquía y Rumanía), donde anunciará el cierre de instalaciones, recortes de plantillas, así como la disminución de la producción de vehículos para disminuir costes.

Así lo anunció el máximo dirigente de Ford Europa, junto con altos directivos de la compañía, al comité de empresa intercentros y en la que participó en el cuartel general de la firma del óvalo el secretario general de la sección sindical de UGT-Ford, Carlos Faubel.

Por el momento, la multinacional no ha despejado el futuro de Almussafes, una de las factorías más flexibles dada la diversificación de modelos (Kuga, S-Max, Mondeo, Galaxy, Transit Connect y Tourneo) y motores y que emplea a 7.500 trabajadores. La reestructuración de fábricas europeas podría suponer la pérdida de más de 15.000 empleos, de los 54.000 actuales, según informó recientemente The Times. Este dato no ha sido confirmad0 por la empresa.Pérdida de rentabilidad

«La reunión ha sido tensa porque la compañía quiere adelgazar su negocio en Europa y reducir los costes laborales en todos los sitios», reconoció Faubel. Ante esa decisión, «todos los comités de empresa de Ford en Europa aumentarán la presión para salvaguardar los puestos de trabajo», indicó el dirigente de la central sindical. La multinacional del óvalo anuncia estos programas de ajustes en el viejo continente después de los problemas de producción en Norteamérica, los malos resultados en Europa y las fuertes pérdidas en China, que provocaron la caída del 48 % de los beneficios netos de Ford en el segundo trimestre del año y del 23 % en los primeros seis meses de 2018.

Modelos en declive

Los ingresos de Ford aumentaron a 74.917 millones de dólares entre enero y junio, un 2,3 % más que en idéntico período de tiempo de 2017. Por regiones, en Europa la facturación creció en 500 millones de dólares al alcanzar los 7.600 millones; sin embargo, las pérdidas de 73 millones de dólares antes de impuestos, contrastan con los 122 millones de dólares de beneficio del ejercicio precedente.

Ford anuncia el programa de reestructuración para los próximos tiempos que incluye la apuesta por los modelos híbridos y eléctricos y una reorganización de la carga de trabajo entre las plantas. Los coches utilitarios están en declive (es decir la gama del Fiesta y el Focus, en el caso de la marca Ford), según declararon recientemente altos cargos de la multinacional de Detroit.

Por eso, a principios de 2018, en Estados Unidos, la compañía ya anunció su intención de tener una gama fundamentalmente compuesta por SUV (todocaminos o todoterrenos ligeros) y comerciales (furgonetas) ante los «cambios en los gustos del consumidor».

En turismos acabarían quedando únicamente los Mustang y un Focus tipo crossover importado de China, el Active. La empresa automovilística tiene previsto invertir hasta 9.500 millones de euros y planea tener 16 vehículos completamente eléctricos dentro de una cartera global de 40 vehículos electrificados hasta 2022, según anunció ayer a través de un comunicado.

El mismo día que se reunía la plana mayor de Ford Europa con los dirigentes sindicales, la compañía anunciaba el inicio de la producción en su fábrica de Colonia de la furgoneta eléctrica de reparto destinada a la empresa subsidiaria de Deutsche Post StreetScooter, denominada Work XL.

En la fabricación de esta nueva furgoneta eléctrica, que tiene una autonomía de hasta 200 kilómetros, trabajan 180 empleados en dos turnos para ensamblar hasta 16 unidades diarias, lo que supondrá alcanzar una producción anual de 3.500 unidades. Ford realizará este vehículo comercial con una gama de motores eléctricos y baterías de litio.