La compraventa de viviendas creció de media nacional un 10,9 % en el segundo trimestre en comparación con el mismo período de 2017, según los datos del Consejo General del Notariado. La compraventa de pisos en este periodo repuntó un 9,7%, muy cerca de alcanzar al menos los dos dígitos (10 %) que se dieron en los ocho trimestres anteriores a enero-marzo de 2018. Por comunidades autónomas, solo Baleares retrocedió en el número de transacciones para comprar una casa entre abril y junio, con una caída del 4 %, mientras que en Navarra (24,5 %) y en Asturias (20,1 %) se dieron los mayores porcentajes.
Los precios por metro cuadrado subieron de media un 1,7 %, especialmente en Navarra (20,5 %). En cuanto a los préstamos hipotecarios para adquisición de viviendas en España en el segundo trimestre, los notarios apuntan que «continúa el fuerte aumento» mostrado en el trimestre anterior, con un repunte del 14,5 %. Solo Baleares decreció, con un 9,2 % menos de hipotecas firmadas, en tanto que en trece autonomías se registraron subidas superiores a los dos dígitos, especialmente significativas en Castilla y León (30,7 %), Andalucía (21 %), Comunitat Valenciana (20,5 %), La Rioja (20 %), Cataluña (14,9 %) y Madrid (11,7 %).
El porcentaje de compras de viviendas financiadas mediante un préstamo hipotecario se situó en el 45,5 % en el territorio nacional, con los niveles más altos en el País Vasco (65,4 %) y en Madrid (63,2 %). Junto a estas cifras positivas en el mercado hipotecario, el dinamismo en el sector inmobiliario también se percibe en la generación de puestos de trabajo en las obras que proliferan por la Comunitat. El repunte del empleo en las actividades de la construcción, industria, educación (vuelta de contratación de docentes), así como en el campo (por el inicio de la campaña naranjera y vitivinícola) han frenado la subida del paro en septiembre en la Comunitat Valenciana, que aumentó -por segundo mes consecutivo- en 1.936 personas en comparación con agosto. Además, el alza de cotizantes en las listas de la Seguridad Social -que se traduce en generación de puestos de trabajo- ha supuesto un respiro al mercado laboral de la autonomía, que se nota sobre todo en el repunte de 6.891 afiliados en la provincia de València, aunque Castelló perdió 3.969 inscritos y Alicante, 2.741. Ha sido, por tanto, un mes de contrastes.
Mercado laboral en plena aceleración
En línea con el resto de España, la C. Valenciana engorda las listas de parados inscritos en el Servef (ya suma 374.995 personas) en porcentajes similares al conjunto del Estado, donde hay 20.441 desocupados más que un año antes (hay 3.202.509 parados), una subida que es la menor de un mes de septiembre desde 2014 y tiene que ver con la finalización de la campaña veraniega. Por eso, el sector servicios ha sido el que ha sumado más parados en septiembre, con 4.722 personas; mientras que subió en 616 en el colectivo sin empleo anterior, según constatan los datos ofrecidos a primeros de octubre por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
En los últimos doce meses, el paro registrado en la Comunitat Valenciana ha descendido en 21.039 personas, lo que supone una reducción del 5,31 %, mientras que la Seguridad Social ha ganado 61.002 afiliados, un 3,44 % más, el mayor incremento porcentual de España tras Madrid. Por provincias, el paro subió en Alicante (1,10 % y 1.619 personas) y Castelló (3,24 % y 1.254 personas) y bajó en Valencia un 0,50 %, con 937 desempleados menos. En septiembre el número de contratos formalizados (sólo 10,8 % fueron indefinidos) en la autonomía fue de 185.341, lo que representa el 32,78 % más que en agosto y el 1,22 % menos que hace un año.
Aumentan los sueldos
La falta de mano de obra ha elevado en el último año un 15 % los sueldos de la construcción en València y Alicante en pleno auge promotor. El cambio de ciclo ha pillado a contrapié al sector que no encuentra profesionales cualificados para levantar fachadas (caravisteros), paredes (tabiqueros) o montar las instalaciones de fontanería y electricidad. La competencia ha llegado a tal punto que las constructoras se «roban» los trabajadores unas a otras a base de mejoras de salario. Fuentes del sector explicaban que las constructoras contratan a más personal del que necesitan porque «dan por hecho que el 20 % de los trabajadores se les va a ir durante la obra».
Los problemas con la falta de trabajadores comenzaron en Alicante (donde la recuperación del sector arrancó antes) y ya se han extendido a València. Los promotores aseguran que el problema de fondo es que muchos inmigrantes que trabajaban en las obras han vuelto a sus países de origen en los últimos años ante la falta de oportunidades por la crisis.
