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Agricultura

Las tierras más cotizadas, las de limones

El auge de la demanda de estos cítricos eleva el coste del suelo a 45.600 euros la hectárea, un 142 % más que las del resto de cultivos

Las tierras más cotizadas en la Comunitat Valenciana son las de limones y mandarinas. Tras dos años consecutivos de crecimiento tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria por la recuperación económica y el aumento de las inversiones en el campo, el precio medio de la tierra en la autonomía se elevó a 18.788 euros por hectárea durante 2017, lo que supone un incremento del 3,55 % en comparación con el año anterior. Así lo reconoce el informe «Precios de la tierra» que acaba de actualizar la Conselleria de Agricultura tras armonizar su estadística con la de la Unión Europea (Eurostat). Esto se produce en un contexto en el que una de cada tres hectáreas se ha abandonado desde 1985.

Las explotaciones de limones, concentradas sobre todo en las comarcas del sur de la autonomía, lideran el «ranking» de precios agrarios con 45.600 euros por hectárea, cifra que se sitúa un 142 % más alta que la de los precios medios de la tierra en Alicante, València y Castelló. Fuentes de la Conselleria de Agricultura atribuyen el repunte de las explotaciones de limones a la mayor demanda de este cítrico y a su elevada rentabilidad en comparación con otras frutas.

Las ventas de limones repuntan tanto en el mercado doméstico como en el exterior, donde se comercializa en su mayoría y también vuelve a incrementar su superficie de cultivo con 11.160 hectáreas en la Comunitat al concluir el año 2017. Así, desde 2012 no ha dejado de crecer «como consecuencia de rentabilidad y menor competencia». En es sentido, destaca que los precios en Alicante, con mayor tirón de la construcción, son superiores que en València y Alicante.

En el caso del precio del terreno agrícola en España, la hectárea media en 2016 (todavía no ha publicado el Ministerio de Agricultura la «Encuesta de Precios de la Tierra de 2017») se situaba en los 10.582 euros, un 1,3% más que el año anterior. Sea como fuere, la Comunitat Valenciana se coloca aún por detrás de algunas regiones con importante peso del campo en el Producto Interior Bruto (PIB) como es el caso de Andalucía.

Los procesos de reconversión hacia cultivos emergentes y los procesos de reestructuración en marcha de los campos han influido en el tirón de precios desde 2015 en el campo valenciano, donde las diferencias entre las de secano (7.099 euros por hectárea) y las de regadío (34.894 euros) son notables.

En la Comunitat Valenciana, el precio medio de la tierra (total tierras) aumentó 644 euros/hectárea en 2017 en relación al año anterior, hasta situarse en 18.788 euros/hectárea y experimentó, con respecto a 2016, el segundo ascenso consecutivo de los últimos años tanto a precios corrientes (+3,6%) como a precios constantes (+2,8%). Si a estos precios le detraemos proporcionalmente los precios de los aprovechamientos para pastos de secano, obtenemos el precio de las tierras labradas o de cultivo.

En 2017 el precio de las tierras labradas o de cultivo alcanzó los 21.765 euros/hectárea, lo que supuso un aumento de 763 euros/hectárea y, al igual que sucedió en el total de tierras, fue el segundo aumento consecutivo de los últimos años tanto a precios corrientes (+3,6%) como constantes (+2,9%).

Rentas

A la vista de los resultados, la Asociación Valenciana de Agricultores AVA-Asaja, sostiene que las ligeras subidas de precios de la tierra en los dos últimos años son «meramente testimoniales y pueden responder a la mejoría puntual de precios en algunos cultivos, pero no se trata de una tendencia alcista a largo plazo». Prueba de ello, según la organización agraria que lidera Cristóbal Aguado, es que este aumento «no compensa en absoluto la importante pérdida de patrimonio y la caída de precios que ha habido desde el inicio de la crisis económica».

Para la Unió de Llauradors, los precios de la tierra continúan estables y tampoco se puede hablar de variaciones significativas. Además, destaca que tierras de cultivo como el arroz tienen ayudas y por tanto son algunas de las que más crece su valor. Por otro lado, según la entidad cuyo secretario general es Ramón Mampel, el precio de la tierra es un factor que limita el acceso a este mercado por parte de algunos productores.

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