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La patronal ultima la reapertura de la exsede de Cierval y se queda la de Coepa

Los dos inmuebles, procedentes de Patrimonio del Estado, se usarán como centro de asociaciones

La patronal autonómica CEV ultima la reapertura del céntrico inmueble en València que albergó durante años la sede de su extinta antecesora Cierval. Asimismo, también ha recibido ya el edificio que perteneció a la también desaparecida patronal alicantina Coepa. Los dos pertenecen a Patrimonio del Estado, que los cedió a la CEOE para uso de las organizaciones empresariales. Esta, a su vez, hizo lo mismo con sus asociadas CEV (provincia de València) y Coepa. La primera, cuya sede se encuentra en otra zona de la ciudad, cedió el edificio para que la autonómica Cierval tuviera una representación permanente en la capital autonómica.

No obstante, Cierval acabó liquidada como consecuencia de las deudas contraídas por dos de sus asociadas: la citada Coepa y la castellonense CEC. Su sede de la calle Hernán Cortés ha permanecido cerrada desde hace un año y medio. Tras su desaparición, la valenciana CEV se transformó en autonómica y ha acabado por convertirse a todos los efectos en su heredera. De hecho, Coepa también ha sido liquidada. A la CEC le espera el mismo destino, aunque el edificio donde está ubicada en Castelló pertenece a la Generalitat.

Los inmuebles de Cierval y Coepa revertieron en la CEOE, que finalmente los ha cedido a la CEV como heredera de las dos anteriores. El de la primera lo recibió tras la sentencia que el pasado julio le obligó a contratar a los empleados que fueron despedidos en su antecesora tras su liquidación. El de la segunda «llegó» el pasado septiembre. Como los dos inmuebles proceden de patrimonio sindical no pueden (obviamente) ser vendidos, pero tampoco alquilados.

Así las cosas, el uso que la autonómica presidida por Salvador Navarro pretende dar a ambos edificios es el de centro de asociaciones. Fuentes de la CEV explicaron a este diario que ya han recibido una decena de solicitudes para ubicarse en la sede valenciana, donde la intención es constituir una comunidad de propietarios para que las organizaciones que se asienten allí paguen entre ellas los gastos generales en función del espacio que ocupen. La CEV se reserva una planta, cuyo uso todavía se desconoce, y su presidente tendrá un despacho para recepciones. Como los muebles fueron vendidos, cada asociación comprará los suyos.

La apertura del centro se prevé para antes de final de año. Y es que los trámites para ponerlo en funcionamiento de nuevo son múltiples. El más complicado es dar de alta la luz, pero también hay que hacer lo mismo con el agua, y revisar los ascensores y los sistemas de alarma y contraincendios, además de reparar algunas filtraciones por las recientes lluvias. Entre las organizaciones que se instalarán en el inmueble se encuentran Quimacova y los exportadores de cebollas, que ya estaban en la exsede de Cierval y se vieron obligados tras su cierre a buscarse otro local, y otros nuevos como Confecomerç, la nueva confederación que agrupa al pequeño comercio.

La antigua sede de Coepa, por su parte, albergará un despacho para el presidente de CEV-Alicante y otro para el técnico que lleva el día a día en la delegación, además de una sala de juntas. El resto será para asociaciones. Entre las que han solicitado ubicarse allí está la de hostelería, que tuvo que buscar nuevos aires cuando la extinta patronal alicantina empezó a hundirse. El edificio «está bien conservado y es muy amplio, pero también padece filtraciones», según las citadas fuentes.

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