El sorprendente anuncio de la presidenta de la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB), Mercè Conesa, de que el recinto catalán proyecta una nueva terminal de contenedores, mientras el enclave de València continúa su macroampliación norte (que podría estar operativa en 2025), desatará una auténtica batalla comercial entre ambas entidades durante las próximas décadas por el control del tráfico de mercancías en el Mediterráneo occidental. Tras conocer la noticia de su más director competidor, la Autoridad Portuaria de València (APV) aseguró ayer que «espera conocer con detalle el plan de Barcelona para entrar a valorar lo que todavía es un proyecto», así como su posible impacto sobre la actividad del emplazamiento del Grao.

El puerto de Barcelona es el tercer puerto de España en tráfico de contenedores (tres millones de contenedores anuales), con lo que se sitúa muy por detrás de Algeciras, que este año superará los 4,7 millones , frente a los 5 de València, tal como constatan las cifras registradas a lo largo de 2018. Con todo, en diez años, el puerto catalán -con mayor actividad de movimientos de importación y exportación que de transbordos- ha crecido un 20 % en tráfico total y un 15 % en contenedores, lo que le sitúan entre los de mayor crecimiento de Europa.

Operadores asiáticos

La competencia arreciará entre los principales puertos del Mediterráneo -incluido el de Tánger Med (Marruecos)- al intentar atraer a sus instalaciones las rutas del sudeste asiático. De hecho, las principales terminales de contenedores de los puertos de València y Barcelona están controladas por operadores chinos. En el caso de Barcelona Europe South Terminal (Best) está gestionada por la compañía Hutchinson, mientras que la valenciana de Noatum Ports ha sido adquirida recientemente por la compañía estatal del gigante asiático Cosco.

La eventual nueva terminal de Barcelona se ubicaría en El Prat de Llobregat, justo delante de la de contenedores Best. Además, sigue en conversaciones para ampliar esta instalación de Best, tal como estaba previsto en la concesión. La expansión permitirá al enclave portuario dar un salto sustancial, ya que pasaría de gestionar unos tres millones de TEU (unidades de veinte pies) a incluso 4,5 millones anuales, según la APB.

Los principales medios internacionales del ámbito portuario se han hecho eco esta semana de la puesta en marcha del proyecto para la construcción de la nueva terminal del puerto de València. Este megaproyecto supondrá una inversión de 1.200 millones de euros entre privada y pública y Valenciaport aspira a convertirse en el tercer puerto el «ranking» de Europa tras Rotterdam y Hamburgo. Según el presidente de la APV, Aurelio Martínez, la construcción y explotación de la nueva terminal podría estar adjudicada en julio de 2019.