La Dirección General de Comercio de la Conselleria de Economía, es decir, Compromís, va a por todas en la negociación con el Gobierno para elaborar los presupuestos generales del Estado de 2019. El partido valencianista, consciente de la debilidad parlamentaria del Ejecutivo, quiere hacer cotizar a precio de oro sus cuatro votos, indispensables para sacar adelante las cuentas de 2019.

En el marco de esa negociación, Compromís tiene previsto pedir el fin de la liberalización de las rebajas, tal como adelantó ayer este diario. La idea es que el comercio vuelva a ofrecer descuentos en dos periodos acotados, en enero y julio, como ocurría previamente al cambio legal de 2012. El periodo sería mínimo de una semana y máximo de 60 días. Hoy, cada empresario decide cuándo realiza ofertas y cuánto tiempo las alarga.

Pero además, Compromís ha preparado una batería de propuestas para acelerar su pretensión de poner coto a la libertad horaria en el comercio. Según explicó ayer el director general de Comercio, Natxo Costa, Compromís va a pedir la derogación de la norma que obliga a que las ciudades de más de cien mil habitantes, como València, tengan al menos una zona de gran afluencia turística.

El Gobierno de Rajoy cambió en 2012 la ley del comercio de modo que todas las capitales se vieron obligadas a delimitar zonas donde el comercio puede abrir todo el año. De aquel cambio legal nació todo el conflicto jurídico y laboral que afecta al sector desde hace un lustro. Esta propuesta de Compromís es una declaración de intenciones de una conselleria que, pese a la paz alcanzada por el sector, no renuncia a restringir más la libre apertura del comercio.

Por otro lado, la formación valencianista reclamará que las autonomías puedan rebajar de diez a ocho el número anual de domingos y festivos que, como mínimo, ha de autorizarse la actividad comercial. Y en esos días, además, se podrá limitar a doce horas al día la apertura del comercio.

La patronal del pequeño comercio Confecomerç celebró ayer las propuestas que pretende introducir la conselleria en la ley de acompañamiento a los presupuestos. «Llevamos mucho tiempo reclamando la vuelta a la regulación de las rebajas. Se ha demostrado que no ha dado buenos resultados y acaba provocando, además de confusión en el consumidor, que el mercado acabe convertido en una búsqueda permanente de descuentos, con la consiguiente bajada de márgenes y rentabilidad», señala el vicepresidente Rafael Torres.

Anged apunta al comercio digital

Desde el gran comercio, el portavoz de Anged, Joaquín Cerveró, señala sobre el control de las rebajas: «Este es un asunto que no preocupa especialmente en nuestra organización. De hecho, la mayoría de nuestras empresas sigue apostando por los periodos tradicionales de Rebajas. En todo caso entendemos que está ampliamente superado por la realidad del comercio online. Porque ¿quién va a limitar los periodos de Rebajas de las empresas que lideran el comercio digital?». El debate sigue abierto.