El presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Vicente Boluda, dejó claro que ayer que el Botànic, más que entusiasmo, le genera alergia. Cuando participaba en una de las mesas redondas, y preguntado por el apoyo de la administración autonómica a la empresa familiar, espetó: «Yo sobre la C. Valenciana me callo y paso a la siguiente pregunta». No fue un chascarrillo. En efecto, no respondió, ante las risas y los aplausos del auditorio. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llegó media hora tarde al Palacio de Congresos. Todo ese tiempo estuvieron los presentes «encerrados» en el aula donde se celebró el evento. Luego pidió disculpas e inició su intervención recordando a la recientemente fallecida Carmen Alborch. También se refirió al presidente de la Generalitat como «mi querido Ximo». Olvidados los agravios de la lucha interna en el PSOE.

El líder del PP, Pablo Casado, aprovechó la pausa para el café para saludar -y le faltaron manos- a la nutrida concurrencia. Se le vio recoger una tarjeta de manos de la presidenta de Edem, Hortensia Roig, y departir con Boluda. A su lado trató de estar siempre que pudo la presidenta del PP valenciano, Isabel Bonig. Más lejos estaba el presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez.