Telefónica ganó 2.721 millones de euros en los nueve primeros meses de 2018, un 11,6 % más que entre enero y septiembre de 2017, pero acusó en ingresos el impacto de la hiperinflación en Argentina, la depreciación del real brasileño y la regulación en México, anunció ayer la compañía. La cifra de negocios fue de 35.776 millones, un 7,9 % menos que hace un año, aunque en términos orgánicos (a tipo de cambio constante y sin cambios en perímetro) fue un 2,2 % superior, y el resultado bruto de explotación (oibda) de 12.035 millones, un 2 % inferior, aunque creció un 3,8 % en términos orgánicos.

La multinacional, que opera en varios países de Europa y Latinoamérica, ha revisado al alza su objetivo de ingresos para el cierre del ejercicio, que prevé incrementar ahora en torno al 2 %, frente al 1 % estimado anteriormente, informó la compañía en un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La deuda neta se situó en 42.636 millones a 30 de septiembre, cerca de un 10 % menos que hace un año, con lo que se redujo por sexto trimestre consecutivo, aunque, según un informe publicado ayer por Moody's, la operadora, al igual que otras compañías del sector, mantendrá un nivel de endeudamiento alto, coincidiendo además con el nuevo ciclo inversor por el 5G.

Los resultados convencieron al mercado y la compañía cerró la sesión con una subida del 2,8 %, hasta los 7,23 euros por acción. Por áreas geográficas, España se mantuvo entre enero y septiembre como el primer mercado del grupo, con un crecimiento de los ingresos del 0,5 % hasta los 9.453 millones, tras un tercer trimestre en el que experimentó «la mejor actividad comercial de los últimos diez años».