A tenor de las previsiones de las compañías, la campaña de invierno va a mantener el mismo ritmo frenético de crecimiento en el aeropuerto de València, que va a cerrar otro año histórico. En la campaña que ha arrancado esta semana y se extiende hasta el próximo 30 de marzo las compañías van a poner a la venta más de 3,65 millones de asientos, un 16% más que el pasado invierno. Es el resultado del incremento del tráfico previsto: un 15% más de vuelos hasta los 23.900.

Al crecimiento en plazas se une una mejora de la conectividad que se sustancia en trece nuevos destinos respecto a la temporada pasada. La capital austriaca es la estrella. Hasta tres compañías van a competir por Viena: Level (la firma de bajo coste del grupo IAG-Iberia), Laudamotion (de Ryanair) y Wizz Air. No es la única novedad.

Dentro del catálogo de nuevos destinos con el que la irlandesa Ryanair invade cada temporada el aeropuerto, para este invierno ha programado Cagliari (Italia), Burdeos (Francia), Bristol (Reino Unido), Palermo (Italia), Tánger y Fez (Marruecos). A ellos se suman en España Ibiza (Vueling) y Vigo (Air Nostrum); la conexión con el hub de Roma a través de Alitalia; Bruselas (Bélgica) con Tuifly, Praga (República Checa) con Travel Service y Bucarest (Rumanía) con Tarom. En total, las compañías aéreas ofrecen 99 conexiones con 75 aeropuertos distintos.

Por zonas, Europa aglutina la mayoría de las plazas ofertadas con más de 2.488.000 asientos disponibles y un incremento del 19,5% respecto al pasado invierno. España también crece con más de 1.068.000 plazas disponibles, un 5,8% más. En tercer lugar se sitúa el continente africano, con más de 99.800 plazas, lo que implica un aumento del 69,7%.

Ryanair, moratoria del equipaje

Por países, el mercado español sigue siendo el que más tráfico mueve, con Mallorca como principal destino con más de 267.000 plazas, un 10,7% más. Por detrás de España, se sitúan Italia, con una oferta superior a las 593.000 plazas y un crecimiento del 29,4%, y Alemania con más de 364.000 plazas ofertadas y un incremento del 18,2%.

Por otro lado, Ryanair ha decretado una moratoria para que sus pasajeros se acostumbren a la nueva política de equipaje que desde el pasado 1 de noviembre obliga a los viajeros a pagar por llevar una maleta de mano en los aviones. El periodo de gracia se producirá los primeros días del mes de noviembre para poder facilitar la transición de los viajeros a los nuevos requerimientos.

Desde el jueves Ryanair cobra un mínimo de entre seis y ocho euros por llevar una maleta de mano a bordo de hasta diez kilos. Solo permite una pequeña bolsa personal a bordo que podrán colocar bajo el asiento delantero.