La realidad de la productividad en el trabajo es que en España la productividad por hora es mas alta que en Alemania. La falta de productividad es un mito que hay que desterrar. El problema es que no se traslada en prosperidad, sobre todo en los últimos diez años.

Así lo ha defendido esta mañana Arturo Bris, director del World Competitiveness Center del IMD Lausanne. Bris ha pronunciado la conferencia inaugural del 21 congreso nacional del Instituto de Empresa Familiar (IEF), que se celebra entre hoy y mañana en el Palau de Congresos de València.

Está prevista la presencia de Felipe VI, que presidirá la inauguración del congreso junto con el jefe del Consell, Ximo Puig. Cientos de empresarios valencianos y de toda España han acudido a la cita.

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21 Congreso del Instituto de Empresa Familiar en València

La conferencia, titulada "España en el ranking mundial de competitividad", versó sobre las debilidades y fortalezas del país dentro desde un análisis de la competitividad.

Productividad y salarios

Bris ha abundado en que España es uno de los países en que la diferencia entre productividad y salarios más ha aumentado. "Los empleos se han creado en sectores poco productivos. Hay que reorganizar el tejido productivo y de servicios en sectores más productivos. Es necesario vender más aceite de oliva que olivas", ilustró a modo de ejemplo.

Para Bris, el problema es que esa productividad no se ha trasladado en prosperidad, sobre todo en los últimos diez años. Se han asignado mal los recursos. Han aumentado los beneficios empresariales pero no ha crecido la masa salarial, señala.

En su opinión, el concepto de competitividad en españa es erróneo. "Nuestros planes de recuperación se basan en competitividad de costes. Es un concepto de los años 70 y 80, a partir de la propuesta de Michael Porter pero eso es obsoleto", añade.