Joaquín Nieto Sáinz, (Mendavia, Navarra, 1956) ocupa desde mayo de 2011 la Dirección de la Oficina en España de la Organización del Trabajo Internacional (OIT), agencia de las Naciones Unidas (ONU) especializada en materia laboral y cuya estructura tripartita (gobierno, empresas y trabajadores) persigue el fortalecimiento del diálogo social, entre otros objetivos. Participó ayer en València en la jornada El futuro del trabajo y las relaciones laborales, organizada por la Conselleria de Economía y el Comité Económico y Social (CES).
Máquinas y robots nos quitarán parte del empleo
Vienen cambios disruptivos por la digitalización, la robotización, el cambio climático o los movimientos migratorios. Sin duda, la manera de organizar el trabajo va a cambiar. Por tanto, las administraciones públicas deben gobernar esas modificaciones para garantizar trabajos decentes. En todo el mundo hay 1.000 millones de trabajadores que se verán afectados y hay sectores enteros, empresas y profesiones que van a desaparecer. El 65 % de los estudiantes trabajarán en profesiones que todavía no se conocen.
¿Y el tejido productivo está preparado para afrontar esos retos tan disruptivos?
Ante esos cambios los gobiernos deben tomar cartas en el asunto. Esa es la recomendación de la Organización Internacional del Trabajo con motivo de los 100 años de la organización.
¿Qué sectores económicos cambiarán más sus relaciones laborales?
La robotización y la inteligencia artificial plantean un escenario nuevo en los sectores mecánicos pero también en las áreas de gestión y las creativas. Asistimos a cambios globalizados. Una de las mayores transiciones se producirá en el sector energético al abandonarse progresivamente los carburantes fósiles. La sustitución del petróleo, gas o carbón por energías limpias va cambiar mucho la economía y se generarán muchos puestos de trabajo en esas áreas.
Los fabricantes de automóviles, como Ford, preparan grandes procesos de transformación.
Eso tiene mucho que ver con la apuesta por los coches eléctricos y automáticos así como por los cambios en la movilidad en las áreas urbanas. Eso cambia el mercado.
El alza del salario mínimo interprofesional hasta 900 euros, ¿frenará la creación de empleo?
El mundo, Europa, España... están saliendo de una crisis muy dura que ha sido económica aunque sobre todo social. A España le interesa avanzar en la recuperación social porque la riqueza ha crecido tras años de contención del precio del petróleo y en un escenario de bajos tipos de interés. Sin embargo, el nivel desempleo todavía duplica las cifras que había antes de aquella recesión. Por tanto, la subida de los salarios mínimos contribuirá a mejorar la capacidad adquisitiva de los trabajadores, a la recuperación social y a crear empleo.
¿Qué incremento salarial recomendaría para los convenios colectivos de 2019?
Eso no corresponde a la OIT. Me parece bien el acuerdo entre las organizaciones empresariales y sindicales al pactar un incremento del 3 %. Es muy positivo y ayudará a la recuperación de las relaciones sociales en toda España.
A los trabajadores se les exige flexibilidad. ¿Eso es algo difícil de conjugar con la estabilidad?
Hay que distinguir la flexibilidad interna con la que flexibilidad que impuesta desde fuera de la empresa. Esa no es buena. Debe ser negociada entre representantes de los trabajadores y de la dirección de las empresas.
¿Se pone demasiado énfasis en el mundo de los emprendedores y las "startups" como focos de generación de empleo?
Hay que verlo positivamente porque han contribuido a generar puestos de trabajo, si bien no son la panacea porque el 80 % del trabajos siguen siendo de asalariados. Además, los emprendedores también deben garantizarse un salario digno y eso cuesta muchos años.
¿Qué cambiaría del sistema educativo español para adaptarse a los nuevos tiempos?
Necesita una reforma profunda. La formación empieza en el año cero y debería terminar a los 76 años. No quiero decir con eso que debe retrasarse la edad de jubilación, sino que debe tenerse un retiro activo del mercado laboral para aportar ideas a los más jóvenes. Propongo una formación permanente. El gran desafío de España es la educación.
¿Cómo va la economía sumergida y el empleo irregular?
Se mantiene en niveles similares al período anterior a la crisis. Hay que transformar el 60 % del trabajo informal en formal, lo que garantizaría la protección social y mejoraría la recaudación de impuestos.
