No vienen buenas noticias por el horizonte para la economía valenciana. Junto a la catalana, será la que más se desacelerará este año y el próximo respecto a 2017. La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) publicó ayer sus previsiones por autonomías y los augurios no son precisamente optimistas. Si en 2017 el PIB creció un 3,2 %, en este año lo hará casi un tercio menos, hasta el 2,3 %, y en 2019, al 2,1 %. Solo siete autonomías acelerarán o mantendrán el ritmo de 2017, con Navarra, País Vasco y Galicia creciendo al 3 % o por encima de ese porcentaje. La media española se situará en el 2,6 %.

Funcas considera que la «ralentización algo mayor que la media nacional» que experimentará la Comunitat Valenciana será la consecuencia «del debilitamiento de los servicios». En el sector terciario, el índice de cifra de negocios «acusa una pérdida importante de dinamismo, y la entrada de turistas, aunque hasta agosto -a diferencia de otras comunidades autónomas- su tasa de crecimiento sobre el año anterior era positiva, su desaceleración con respecto al elevado crecimiento registrado en 2017 es muy acusado». El documento asegura que en la construcción la obra residencial puede haber perdido algo de vigor, al contrario que la obra pública.

Por contra, la industria «evoluciona favorablemente», con el índice de producción creciendo hasta agosto a mayor ritmo que en 2017. De hecho, la Comunitat Valenciana es una de las pocas autonomías «que han experimentado este año una aceleración de las exportaciones hasta dicho mes, a pesar de que las ventas al exterior del sector del automóvil siguen en tasas negativas».

La Comunitat Valenciana, junto a Madrid y después de Canarias, ha sido la segunda con un mayor crecimiento del empleo hasta septiembre (un 4,2 %), «aunque en desaceleración sobre el año pasado». El ascenso ha sido superior a la media en todos los sectores, pero destaca de manera especial la construcción. La previsión para la tasa de desempleo media anual es del 15,8 % este año y del 14,5 % en 2019.