El presidente de la CEOE, Juan Rosell, aseguró ayer que durante los ocho años en los que ha estado al frente de la patronal ha liderado un equipo que ha llevado a cabo «un trabajo más que aceptable», y ha logrado «dejar el barco en buena dirección y con largo recorrido». Rosell pronunció estas palabras en un encuentro con los medios, ya que la próxima semana será sustituido al frente de la patronal por el actual presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, de momento único candidato.

Rosell llegó a la cúpula de la CEOE en «unos años muy duros» y con una situación «compleja», confesó, ya que se encontró en la primera parte de una crisis económica que coincidió con el final del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. «Tuve una relación muy buena y correcta también en los años de Mariano Rajoy y muchas veces sin demostrar que teníamos la relación que teníamos», continuó Rosell. De su gestión en la patronal, Rosell destacó su intención de trabajar en ella «en clave de empresa, sabiendo que es una organización muy compleja».

Dijo también que deja la tesorería de la patronal en una situación «muy confortable», con 21 millones de euros en caja, algo que se debe en parte a los proyectos de externalización realizados. «Queda muchísimo por hacer».