El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, afirmó ayer en Nueva York que su filial británica, TSB, ha superado un cambio tecnológico con el que abre la puerta a una fusión o una venta dentro de dos años, mientras pone en valor su rentabilidad y observa la evolución del brexit.

«El destino final del banco y de la incorporación de la plataforma (tecnológica) es ser un banco que entre en algún proceso de consolidación en el futuro en Reino Unido», dijo Oliu en rueda de prensa en la sede del IESE en Nueva York, con motivo del premio al Líder Empresarial que le otorga la Cámara de Comercio España-EE UU.

Preguntado por la situación del TSB ante la potencial salida del Reino Unido del bloque europeo, el presidente del Sabadell explicó que ha «pasado el Rubicón» y, ahora que está mejor posicionado tecnológicamente, ejecuta un «plan de actuación» de crecimiento, eficiencia y simplificación de procesos. «Los procesos en TSB son muy complejos, exactamente los mismos que los de Lloyds. Iremos simplificando, esto es un proceso para ir ganando rentabilidad en los próximos años», señaló.

Aunque Oliu, que se declaró «europeísta», dijo tener una mentalidad de «esperar y ver», reconoció que «de todas las cosas que ocurren en Europa» el brexit es la que más le «preocupa» por el daño que pueda hacerle al Reino Unido, ya que cualquier evento negativo para el país también lo es para el banco. «Me da la impresión de que el brexit no es bueno para el Reino Unido pero la mayoría pensaron que sería bueno para ellos», declaró Oliu, que apuesta por «ver cuál es el resultado de este suspense», un «lío» del que «en un momento u otro tendrá que salir».